La siguiente lista describe los comportamientos de higiene que puede abordar un programa de WASH. Tenga en cuenta: No tiene como fin ser una lista de temas a cubrir en programas de promoción de la higiene; siempre es necesaria una evaluación específica del contexto y la participación de los miembros de la comunidad para diseñar la respuesta.
La higiene de manos es un término general que hace referencia a cualquier acción de limpiarse las manos con agua y jabón (o materiales equivalentes como desinfectante de manos a base de alcohol) para eliminar patógenos como virus, bacterias y otros microorganismos, además de suciedad, grasa o sustancias perjudiciales e indeseadas que estén adheridas a las manos. El lavado de manos con jabón se considera una de las formas más simples y efectivas de prevenir la propagación de enfermedades e infecciones respiratorias. Se debe promover siempre el lavado de manos con jabón en momentos críticos clave: después de usar el baño o limpiarle la cola a un niño y antes de preparar comida, de comer y de alimentar a un niño.
En entornos de atención médica, se debe promover la higiene de manos en cinco puntos: (1) antes de tocar a un paciente y (2) antes de realizar procedimientos de limpieza y después del contacto con (3) el paciente, (4) fluidos corporales (o riesgo de contacto) y (5) sus alrededores. En el caso de COVID-19, también se espera que los pacientes se laven las manos con jabón en el punto de ingreso al centro de atención médica (se deben proporcionar instalaciones para el lavado de manos en todos los puntos de ingreso).
Hay otras ocasiones en las que se recomienda altamente el lavado de manos con jabón (p. ej., después de tocar animales o basura o de sonarse la nariz), pero es importante evitar promover demasiadas acciones a la vez. El foco debería estar primero en las conductas de higiene de manos más críticas con el mayor impacto en la salud.
La técnica de lavado de manos también es muy importante. Incluye mojarse las manos con agua limpia, hacer espuma con el jabón frotándolo por las manos (lo que incluye el pulgar, la parte posterior de las manos, las muñecas, entre los dedos y debajo de las uñas), frotarse las manos durante al menos 20 segundos, enjuagarse las manos bajo agua limpia y secarlas con una toalla limpia, sobre la ropa limpia o al aire.
La frecuencia del lavado de manos también es importante, ya que la evidencia indica que lavarse las manos con mayor frecuencia, incluso si son lavados de menor duración, puede ser más eficaz y puede tener una influencia sobre intervenciones de promoción de la higiene (p. ej., hacer que el lavado de manos sea lo más fácil y conveniente posible).
Aunque el lavado de manos es una actividad simple, su promoción se enfrenta a desafíos sustanciales, ya que el lavado de manos regular es difícil de mantener para muchos usuarios. Esto es especialmente cierto en contextos en los que no hay instalaciones de lavado de manos, agua o jabón fácilmente accesibles o disponibles.
Los comportamientos relacionados con el saneamiento (en donde el término “saneamiento” describe principalmente el manejo de los excrementos humanos) hacen referencia al acceso a instalaciones sanitarias adecuadas e inclusivas y un conjunto de comportamientos asociados con el manejo seguro de excrementos. Incluye el uso, por parte de todos, de instalaciones sanitarias en todo momento. También hace referencia a la operación y mantenimiento (O&M) de rutina de los inodoros, lo que incluye todas las actividades necesarias para ejecutar un programa sanitario para aumentar la eficiencia, eficacia y sustentabilidad. Requiere la asignación de roles y responsabilidades claros (p. ej., limpieza, reemplazo de consumibles, pequeñas reparaciones o controles ocasionales de pozos y tasas de llenado). Los comportamientos relacionados con el saneamiento también incluyen el uso correcto de materiales de limpieza anal culturalmente apropiados, la recolección, manejo, tratamiento y eliminación de heces (vea también el Compendio de tecnologías sanitarias en emergencias), la eliminación segura de heces de bebés y niños, el uso de artículos como bacinicas o pañales usados (lo que incluye limpieza efectiva o eliminación), el uso de instalaciones y materiales para incontinencia y la enseñanza a los niños para ir al baño. También puede incluir la prevención de la defecación indiscriminada/al aire libre y la potencial limpieza de un ambiente ya contaminado, por ejemplo, en la fase aguda de una emergencia si no hay baños disponibles. Siempre conlleva el lavado de manos después del uso del baño y después del contacto con excrementos de niños (vea también higiene de manos más arriba). Cuando se introducen tecnologías sanitarias que son nuevas para la población afectada, es posible que haya que modificar comportamientos relacionados con el saneamiento.
Los comportamientos relacionados con el agua hacen referencia al acceso a instalaciones de suministro de agua adecuadas e inclusivas, el manejo seguro del agua y todas los comportamientos necesarios para garantizar que el agua limpia proporcionada en el punto de suministro (p. ej., un pozo comunal) se mantenga sin contaminación hasta el punto de uso. Comienza con la protección de la fuente de agua (como mantener el área alrededor de la fuente de agua limpia e instalar vallas alrededor de la fuente para evitar que ingresen animales), el drenaje de las aguas residuales alrededor de grifos y pozos, el mantenimiento de la instalación y evitar la defecación indiscriminada alrededor (y en particular aguas arriba) de la fuente de agua. Los comportamientos relacionados con el agua también incluyen el transporte seguro del agua en contenedores limpios y cerrados (p. ej., bidones) y la limpieza regular de los contenedores de agua. Si se necesita un tratamiento adicional a nivel del hogar (vea también el Compendio de tecnologías de suministro de agua en emergencias), es posible que se requiera el establecimiento (o refuerzo) de hábitos y comportamientos para garantizar el uso correcto y el mantenimiento de las opciones de tratamiento de agua en el hogar (p. ej., tecnologías de sedimentación, filtración o desinfección en el hogar, como filtros cerámicos, cloración en el punto de uso, desinfección solar o hervido de agua). Además, se debe garantizar el almacenamiento seguro del agua a nivel del hogar. Esto incluye mantener el agua segura de (re)contaminación mientras está almacenada protegiéndola del contacto con manos, tazas/cucharones, animales, suciedad y patógenos en el ambiente. También incluye el uso de dispositivos de almacenamiento de agua con una tapa fija y con traba y un grifo o cuello angosto que esté firme y sea fácil de manipular. También puede requerir el monitoreo de la calidad del agua (liderado por la comunidad) en intervalos regulares.
Los comportamientos relacionados con la salud menstrual y la higiene hacen referencia al acceso inclusivo a instalaciones que apoyan el Manejo de la Higiene Menstrual (MHM, por sus siglas en inglés), el uso de productos menstruales apropiados y concientización y educación sobre el MHM. Incluye el acceso y uso de materiales de gestión menstrual limpios y culturalmente apropiados para que las mujeres y adolescentes absorban o recojan su sangre menstrual y el acceso a ropa interior. También hace referencia a un requisito de privacidad para cambiarse los materiales con la frecuencia necesaria mientras dure un período menstrual y para lavarse según sea necesario. El acceso a instalaciones seguras y convenientes para descartar los materiales menstruales usados, y lavarlos y secarlos es esencial; el descarte de los desechos menstruales debe manejarse de manera efectiva (p. ej., usando incineradores). La concientización y la educación sobre el MHM son necesarios para contrarrestar creencias, restricciones, tabús e información errónea relacionados, y es importante el acceso a información básica sobre el ciclo menstrual (tanto para mujeres y niñas como para hombres y niños). Los comportamientos relacionados con la higiene menstrual también pueden incluir el manejo del dolor mediante ejercicio, nutrición, comodidad o uso de analgésicos (si es necesario) para permitir seguir participando en las actividades de la vida diaria.
Los comportamientos de higiene de los alimentos (o seguridad de los alimentos) hacen referencia a las condiciones y prácticas que previenen la contaminación de los alimentos y las correspondientes enfermedades transmitidas mediante alimentos. Incluye la manipulación, almacenamiento y preparación seguros de los alimentos cocidos y crudos antes de su consumo en casa, o en lugares públicos como comedores y cocinas comunitarias. La manipulación y la preparación seguras incluyen mantener un ambiente higiénico para la preparación o procesamiento de alimentos, trabajar con las manos limpias, lavarse y cocinar o recalentar los alimentos de manera segura. Los alimentos almacenados deben cubrirse y protegerse de las moscas. Los vasos y utensilios de cocina deben estar limpios al usarse y deben cubrirse cuando se guarden (tanto en hogares como para vendedores de comida). Las prácticas de alimentación de infantes son particularmente importantes: la higiene de los alimentos abarca prácticas seguras y apropiadas de alimentación de bebés y niños pequeños, lo que incluye el amamantamiento. Si se alimenta a los infantes con leche de fórmula (y esta práctica no puede cambiarse), se debe garantizar un ambiente higiénico y el uso de agua segura para preparar la leche de fórmula. Las condiciones de vida insalubres y las enfermedades asociadas están directamente relacionadas con la desnutrición, talla baja, disminución de la inmunidad y mayor riesgo de morbilidad y mortalidad, en especial entre niños menores de cinco años.
Los comportamientos de higiene personal hacen referencia a mantener la limpieza del cuerpo y la ropa para preservar la salud y el bienestar generales. Incluye lavarse y bañarse regularmente con jabón para aumentar el sentido de bienestar y eliminar potenciales patógenos, suciedad y bacterias que causan malos olores corporales o irritaciones de la piel. Pueden hacer referencia a la higiene dental como el lavado de dientes regular, la higiene genital masculina donde sea un problema (el impacto de esto puede ser debilitante, en especial en entornos difíciles), el lavado de manos regular con jabón o el lavado de ropa personal y ropa de cama. La privacidad, la dignidad y la seguridad en relación con la higiene personal son requisitos importantes.
La higiene ambiental y los comportamientos relacionados con el manejo de residuos sólidos hacen referencia a todas los comportamientos que garantizan un entorno limpio y seguro en el hogar y en la comunidad. Incluye la recolección, transporte y eliminación de residuos, el drenaje, potenciales mejoras en el sitio y medidas de control de vectores (vea el siguiente párrafo a continuación). En áreas con defecación al aire libre o animales que merodean libremente, la higiene ambiental puede tener un impacto significativo sobre la salud pública y en especial para niños pequeños, que tienen un contacto frecuente con el suelo.
Los comportamientos relacionados con el control de vectores hacen referencia a todos los comportamientos y medidas de control para ayudar a prevenir organismos portadores de enfermedades (como mosquitos, pulgas, moscas o roedores) que transmiten patógenos de animales salvajes o domésticos, de plantas o del medioambiente a los seres humanos. La malaria, el dengue, la sarna o la diarrea son todos ejemplos de enfermedades transmitidas por vectores. Según el contexto y los correspondientes comportamientos de riesgo, el control de vectores podría incluir el uso de carpas, cortinas o redes para cama (tratadas con insecticida), el uso de ropa de mangas largas, el lavado regular de la ropa de cama y la ropa personal, el uso de repelentes, fumigantes domésticos, espirales o aerosoles o evitar estar al aire libre cuando los vectores como mosquitos están más activos. El término puede abarcar otros coportamientos que se describen arriba, como higiene personal adecuada, higiene de alimentos, manejo de excrementos humanos o animales, higiene ambiental y manejo de residuos. Otras medidas y comportamientos que contribuyen con el control de vectores incluyen eliminar sitios con agua estancada (p. ej., charcos, latas, neumáticos) y evitar ingresar en cuerpos de agua en los que hay un riesgo conocido de contraer enfermedades como esquistosomiasis, infección por gusanos de Guinea o leptospirosis.
Los comportamientos relacionados con enfermedades específicas hacen referencia a comportamientos relevantes para el control de, por ejemplo, epidemias o pandemias como el cólera o COVID-19. Los comportamientos incluyen higiene de manos (vea arriba), distanciamiento social, uso de equipo de protección personal (p. ej., mascarillas faciales, botas, guantes y ropa), desinfección, evitar tocarse la cara sin haberse lavado las manos y etiqueta para toser/estornudar (toser o estornudar en el codo o en un pañuelito desechable y lavarse/desinfectarse las manos después) y cuidar de los enfermos en casa. Otros comportamientos que se describen arriba también pueden incluirse, como higiene personal, higiene de los alimentos y manejo de los excrementos humanos o animales además de la recolección, transporte, almacenamiento y consumo de agua limpia y segura, higiene ambiental y manejo de residuos.
La higiene fuera de casa hace referencia a todos los comportamientos de higiene practicados más allá del entorno inmediato del hogar, como en instituciones (p. ej., escuelas, centros de atención médica, lugares de trabajo y prisiones) u otros entornos públicos como centros de transporte, lugares de culto, mercados, restaurantes o entornos de desplazamiento y tránsito. También hace referencia al acceso y uso de servicios básicos de WASH en cada lugar, higiene de manos efectiva en momentos críticos y, según el entorno y el tiempo fuera de casa, diversos comportamientos que se describen más arriba (como comportamientos relacionados con el saneamiento y el agua, higiene ambiental, manejo de residuos sólidos o higiene personal).
Higiene (derivada de la palabra griega “hygieinos”, que significa saludable o relacionado con la salud) es un término general que hace referencia a condiciones y prácticas de individuos y comunidades que ayudan a mantener la salud y evitar la propagación de enfermedades. La higiene incluye la preservación, promoción y fortalecimiento de la salud y se interrelaciona con conceptos de dignidad, bienestar, cuidado propio, religión/espiritualidad y participación social, todo lo cual tiene un rol importante en los programas (p. ej., entender normas sociales sobre la higiene).
La promoción de la higiene en emergencias es un enfoque sistemático planificado que permite que las personas tomen acción e incentiva conductas o condiciones que previenen o mitigan enfermedades relacionadas con WASH. La promoción de la higiene apunta a apoyar la dignidad y el bienestar de las poblaciones afectadas por emergencias, y ninguna intervención de WASH debería emprenderse sin incluirla. Según el Manual Esfera: Carta Humanitaria y Normas Mínimas en Respuesta Humanitaria, la promoción de la higiene está entrelazada con la participación comunitaria y “es fundamental para una respuesta de WASH exitosa”. La interacción comunitaria conecta a la comunidad y otras partes interesadas para que las personas afectadas por la crisis tengan mayor control sobre la respuesta y su impacto sobre ellas mismas. Debería ser apoyada por todas las partes involucradas en la respuesta, lo que incluye agencias gubernamentales, locales e internacionales y organizaciones no gubernamentales (ONG). En los últimos años, la promoción de la higiene también tuvo un rol clave en la respuesta a brotes, para abordar no solo enfermedades relacionadas con WASH sino también, en línea con el concepto griego original de “hygieinos”, centrarse en mantener la salud y prevenir enfermedades de manera más amplia, por ejemplo en la respuesta al ébola y COVID-19.
Con la adopción de la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030, el principio de “no dejar a nadie atrás” ha sido ampliamente adoptado en el sector de WASH para garantizar que las poblaciones más vulnerables tengan acceso a necesidades básicas y, por lo tanto, es una parte importante de las iniciativas de higiene. La promoción de la higiene reconoce las diferencias dentro de cualquier población y la necesidad de responder de diversas formas a las diferentes necesidades de WASH de mujeres y hombres, niñas y niños de diferentes edades y diferentes orígenes, con diferentes normas culturales y sociales, creencias, religiones, capacidades, identidades de género o niveles de confianza en sí mismos y autoeficacia.
El énfasis de la promoción de la higiene en la importancia de escuchar a las comunidades afectadas y su uso del diálogo y la discusión ofrecen una forma práctica de facilitar la participación y la rendición de cuentas. Les da a las personas una voz y las involucra en la toma de decisiones sobre la forma en la que se brinda el programa (p. ej., sobre el diseño, ubicación, operación y manejo de instalaciones de WASH).
La promoción de la higiene debería apuntar a entender los factores habilitantes y las barreras para el cambio de comportamiento, de modo que los programas no se centren solamente en la provisión de información y el aumento del conocimiento sino que también trabajen comprensivamente con las comunidades para entender cómo se puede lograr el cambio de la mejor manera. Por lo tanto, la promoción de la higiene también puede considerar otros factores determinantes de la salud y la higiene como barreras y factores habilitantes socioeconómicos, ambientales y psicológicos.
Las intervenciones de promoción de la higiene difieren según el contexto, lo que incluye la fase de una emergencia. Las categorías frecuentes usadas para distinguir las fases son (1) respuesta aguda, (2) estabilización y (3) recuperación. Las fases adicionales a más largo plazo que es posible que deban tenerse en cuenta son (4) crisis prolongada y (5) desarrollo. La identificación de estas fases amplias es útil cuando se planifica la asistencia, mientras se reconoce que la división es teórica, ya que ofrece un modelo simplificado de una situación de emergencia altamente compleja.
Respuesta aguda: esta fase suele cubrir el período desde las primeras horas y días hasta las primeras semanas o meses, cuando se implementan medidas rápidas de corto plazo hasta que se puedan encontrar soluciones más permanentes o duraderas. Se hacen intervenciones rápidas de ayuda humanitaria inmediatamente después de desastres naturales, conflictos, epidemias/pandemias o degradación mayor de una crisis prolongada. La finalidad de las intervenciones en la fase de respuesta aguda es conseguir y garantizar la supervivencia de la población afectada, guiada por los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia. La movilización de las agencias externas de apoyo suele llevar tiempo; inicialmente los afectados suelen tener que enfrentar la emergencia ellos mismos, aunque es posible que no estén adecuadamente preparados.
Una evaluación inicial (rápida) (capítulo A ) identifica los riesgos de salud pública agudos y las necesidades con prioridad y da lugar a un mejor entendimiento del contexto, el perfil de la comunidad, la capacidad disponible y las prácticas actuales relacionadas con la higiene. Las acciones de promoción de la higiene también deben facilitar la comunicación entre sectores y dentro de cada sector y la coordinación con todas las partes interesadas relevantes. Debe permitir la participación de los promotores de higiene locales y movilizadores comunitarios (capítulo P ). Para garantizar que la respuesta incluya a toda la población afectada, la promoción de la higiene se asegura de que las autoridades locales y los servicios de emergencia locales participen desde el inicio y de que haya una participación equitativa de hombres, mujeres, niños y grupos marginadas y vulnerables en la planificación, toma de decisiones y gestión local (capítulo E ). Estas consultas también podrían informar la provisión inicial de infraestructura básica de WASH (principalmente a nivel comunal para llegar a muchas personas rápidamente), el acceso a artículos de higiene relevantes (como jabón, cubos o productos menstruales) y las medidas para garantizar un ambiente higiénico y seguro (capítulo P ). Según el contexto, también puede conllevar el uso de diferentes herramientas de comunicación participativas o de medios masivos (capítulo C ) y estrategias de cambio conductual dirigidas (capítulo B ) para abordar las conductas de higiene más críticas.
Estabilización: la fase de estabilización o transición suele comenzar después de las primeras semanas/meses de una emergencia y puede durar seis meses o más. El foco principal, además de aumentar la cobertura de servicios y una mejora gradual de las estructuras temporarias, es permitirles a las personas practicar cmportamientos básicos relacionadas con la higiene y garantizar su participación activa e interacción. Durante la fase de estabilización, se deberían implementar medidas preventivas relevantes de DRR y resiliencia, en particular si es probable otro desastre. La participación equitativa de hombres, mujeres, niños y grupos marginadas y vulnerables en la planificación, toma de decisiones y gestión local (capítulo E ) sigue siendo tan importante como en la fase aguda. La participación ayuda a garantizar que toda la población afectada tenga acceso adecuado y seguro a servicios de WASH y practique compprtamientos de higiene clave.
Es posible que se necesiten evaluaciones detalladas adicionales de los factores que apuntalan el comportamiento (capítulo A ) para responder adecuadamente dentro de un contexto local determinado y aumentar la aceptación a largo plazo de las intervenciones planificadas. El monitoreo de la eficacia de las intervenciones iniciales también debería dar lugar a adaptaciones y mejoras (capítulo M ). Las intervenciones de promoción de la higiene pueden incluir el establecimiento de estructuras adicionales apoyadas por la comunidad (capítulos P y E ) y, cuando sea posible, la participación cada vez mayor de los actores de desarrollo. También se debería examinar el alcance para el uso de Intervención Basada en el Mercado P.8.
Recuperación: la fase de recuperación, a veces denominada como fase de rehabilitación, apunta a recrear o mejorar la situación previa a la emergencia de la población afectada mediante la incorporación cada vez mayor de enfoques y principios de desarrollo. Esta fase suele comenzar después de las intervenciones de ayuda o a veces durante ellas (normalmente >6 meses), y puede verse como una continuación de los esfuerzos de ayuda completados. En general, puede preparar el terreno para intervenciones de desarrollo a más largo plazo y para el traspaso a socios de mediano y largo plazo. Según las necesidades locales, el período de tiempo general para las intervenciones de recuperación y rehabilitación suele ser de entre seis meses y tres años. Las situaciones difíciles y complejas, como áreas afectadas en conflicto, pueden necesitar mucho más tiempo y puede entrar y salir de crisis (vea Crisis prolongada a continuación).
Los programas de recuperación y rehabilitación se caracterizan por la participación activa de autoridades y socios locales en la planificación y toma de decisiones, lo que fortalece la capacidad local y promueve la sustentabilidad de las intervenciones. También se debería seguir evaluando aquí el alcance para el uso de Enfoques Basados en el Mercado P.8. Las intervenciones de recuperación de promoción de la higiene varían; siguen dependiendo de condiciones locales y de las necesidades inmediatas y estructurales de la población afectada (p. ej., promover la igualdad de género y los derechos humanos). Más allá de la implementación técnica de la infraestructura relevante de WASH, estas intervenciones incluyen esfuerzos significativos para fortalecer los sistemas y estructuras de servicios de WASH en su totalidad.
Las intervenciones de recuperación también incluyen la capacitación y el fortalecimiento de la capacidad a más largo plazo, lo que incluye trabajar con los socios de desarrollo y autoridades locales relevantes. Es importante una colaboración más fuerte con los servicios públicos, la sociedad civil y el sector privado y el traspaso de responsabilidades, y se requiere el aumento de la participación de las partes interesadas en la planificación y la toma de decisiones desde temprano (capítulo E ). Donde sea posible, las intervenciones de recuperación deberían brindar una base para un mayor desarrollo de los servicios e instalaciones de WASH e incluir medidas de DRR y resiliencia relevantes. Los planes de recuperación efectivos tienen estrategias de transición o salida claras, lo que incluye el traspaso a proveedores de servicios, comunidades o gobiernos locales para garantizar que se puedan mantener los niveles de servicios de la intervención.
Crisis prolongada: hace referencia a poblaciones afectadas por conflictos o desastres recurrentes, crisis alimentarias prolongadas, el deterioro de la salud de la gente y un desgaste de las formas de sustento. En estos ambientes, una proporción significativa de la población puede volverse extremadamente vulnerable a un aumento prolongado en las tasas de mortalidad y morbilidad. Las crisis prolongadas suelen producirse en ambientes ya frágiles (vea Estados frágiles arriba), en donde el estado no está dispuesto a cumplir o no puede cumplir sus funciones básicas y manejar riesgos, responder a ellos o mitigarlos. El contexto puede causar tensiones sociales (p. ej., entre refugiados o personas desplazadas internamente y las comunidades receptoras). Entonces podría ser necesario explorar enfoques complementarios y alternativos a la provisión de servicios de WASH, trabajando principalmente a un nivel más descentralizado con actores no estatales y subestatales. Incluso si el financiamiento es (comúnmente) más limitado en una crisis prolongada, la promoción de la higiene necesita, como mínimo, garantizar la interacción comunitaria en toda la provisión de servicios de WASH.
Desarrollo: la fase de desarrollo se caracteriza por un foco mayor en el acceso universal y la sustentabilidad a más largo plazo de los servicios de WASH, con objetivos globales establecidos por los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Además de mejorar el acceso a servicios de WASH, el desarrollo apunta a fortalecer los sistemas locales, regionales o nacionales de WASH en su totalidad, lo que incluye todos los actores (personas e instituciones) y factores (p. ej., infraestructura, finanzas, políticas, coordinación y condiciones ambientales) necesarios para brindar servicios de WASH sostenibles. Las intervenciones de promoción de la higiene en la fase de desarrollo pueden tener diversas formas y objetivos, según las condiciones locales y las necesidades de la población objetivo. Las intervenciones suelen tratarse de generar demanda y garantizar el uso, operación y mantenimiento de servicios de WASH, formación de hábitos y cambio de comportamiento a más largo plazo, responsabilidad y empoderamiento.
En regiones propensas a desastres y crisis, las medidas preventivas como DRR, preparación y actividades de Adaptación al Cambio Climático deberían considerarse y tratarse durante la fase de desarrollo. Dichas intervenciones apuntan a reducir los riesgos de desastres mediante esfuerzos sistemáticos para analizar y reducir los factores causales de los desastres y para tomar medidas de precaución. También apuntan a fortalecer la capacidad de los gobiernos, organizaciones y la población afectada de mitigar los riesgos y responder rápidamente.
Las medidas de promoción de la higiene clave incluyen trabajar con grupos nacionales o mecanismos de coordinación de sectores para desarrollar procedimientos de operación estándares, acordar normas locales para la promoción de la higiene y artículos de higiene y desarrollar planes de preparación para emergencias y contingencias. El desarrollo de la promoción de la higiene puede incluir el acopio de equipos y consumibles de WASH, la preparación de servicios de emergencia y arreglos de contingencia (con una asignación clara de responsabilidades y jurisdicción), además del establecimiento de redes de apoyo entre diferentes regiones. También incluye el fortalecimiento de la capacidad y la capacitación de voluntarios y personal de emergencia y el fortalecimiento de estructuras locales mediante la capacitación y planificación comunitaria. Puede incluir evaluaciones de mercado previas a la crisis, investigaciones operativas o compilación de información sobre, por ejemplo, prácticas de higiene, percepciones de riesgo y canales de comunicación confiables que pueden usarse rápidamente en una nueva emergencia.
Existen varios estándares y pautas para la HP en emergencias, incluyendo el Manual Esfera: Carta Humanitaria y Normas Mínimas en Respuesta Humanitaria, el Manual WASH para Entornos de Refugiados del ACNUR , las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (p. ej., para el lavado de manos) y las normas y directrices nacionales. Esta sección describe el Manual Esfera (denominado en adelante simplemente como “Esfera”) en detalle, ya que es la principal referencia acordada a nivel global para los principios y normas de WASH.
Independientemente del equilibrio entre la capacidad nacional y el apoyo internacional movilizado en respuesta a una crisis, todas las partes deben respetar y cumplir el marco regulatorio nacional. Esto incluye las políticas, normas y leyes nacionales relevantes. Es poco probable que actores externos estén familiarizados con las reglamentaciones locales a nivel municipal, pero estas deben entenderse y cumplirse. Esto es de particular importancia al hacer la transición a soluciones a más largo plazo durante las fases de estabilización y recuperación.
Sin embargo, es posible que no existan normas de higiene nacionales o que se puedan adaptar fácilmente a situaciones de crisis. En estos casos, se debe consultar Esfera para obtener recomendaciones o los indicadores y objetivos de WASH del ACNUR para refugiados y se deben adaptar según el contexto, la fase de respuesta y los objetivos nacionales existentes. Siempre que sea posible, se debe contar con la participación de las partes interesadas del gobierno en la discusión sobre la aplicación de indicadores y normas de emergencia.
El Manual Esfera
Esfera brinda un conjunto de principios y normas universales y acordados a nivel global en áreas centrales de la asistencia humanitaria. Con su marco basado en derechos y centrado en las personas, Esfera apunta a mejorar la calidad de la asistencia brindada a las personas afectadas por desastres e intensificar la rendición de cuentas del sistema humanitario en las respuestas a desastres. El Manual es una traducción práctica de su creencia central de que todas las personas afectadas por un desastre tienen derecho a vivir con dignidad y a recibir asistencia humanitaria. Consta de capítulos de principios y normas esenciales y capítulos técnicos (vea la figura 2). Los Capítulos de Principios y Normas Esenciales incluyen la Carta Humanitaria como su pilar con principios legales comunes y creencias compartidas, los Principios de Protección y la Norma Humanitaria Esencial que define nueve compromisos aplicables a todas las acciones humanitarias. Los Capítulos Técnicos describen las prioridades de respuesta en cuatro sectores clave para salvar vidas: WASH, seguridad alimentaria y nutrición, refugio y asentamientos y salud. Estos capítulos técnicos deben leerse en conjunto con los Capítulos de Principios y Normas Esenciales.
En los capítulos técnicos, las normas indican el mínimo a alcanzar en cualquier crisis para que las personas sobrevivan y restablezcan sus vidas y formas de sustento de manera que se respeten sus voces y se garantice su dignidad Estas normas son universales, generales y cualitativas. Las acciones clave describen los pasos prácticos a seguir para lograr la norma, aunque estas se consideran sugerencias específicas para el contexto. Además, se describen indicadores para cada norma; y se señala si se está cumpliendo. Los indicadores también brindan una forma de comparar los resultados de programas en el transcurso de la respuesta. Los requisitos cuantitativos mínimos (cuando se brindan) son el nivel más bajo aceptable de logro y solo se incluyen donde hay consenso en el sector. Las notas de orientación brindan información adicional sobre cómo relacionar las normas con los principios y cómo considerar los requisitos operativos y el contexto.
Las normas de promoción de la higiene deben usarse en conjunto con las normas para todo el capítulo de WASH. Incluyen muchas medidas de promoción y prevención que permiten que los individuos y las comunidades ejerzan su derecho humano a vivir con dignidad. Estos derechos se traducen en tres normas de promoción de la higiene específicas que les dan derecho a todos a tener acceso a los medios para reducir riesgos de salud pública y hacen posible la higiene, salud, dignidad y bienestar como se describe abajo.
La Norma 1.1 sobre Promoción de la Higiene de Esfera (Promoción de la Higiene)
Norma Mínima: Las personas tienen conocimiento de los riesgos principales para la salud pública relacionados con el agua, el saneamiento y la higiene y pueden adoptar medidas individuales, domésticas y comunitarias para reducirlos.
Acciones Clave:
Indicadores Clave:
La Norma 1.2 sobre Promoción de la Higiene de Esfera (Identificación, acceso y uso de artículos de higiene)
Norma Mínima: Los artículos apropiados para apoyar la higiene, la salud, la dignidad y el bienestar están disponibles para las personas afectadas, y ellas los usan.
Acciones Clave:
Indicadores Clave:
La Norma 1.3 sobre Promoción de la Higiene de Esfera (Manejo de la higiene menstrual e incontinencia)
Norma Mínima: Las mujeres y adolescentes que menstrúan y los hombres y mujeres con incontinencia tienen acceso a productos de higiene e instalaciones de WASH que apoyan su dignidad y bienestar.
Acciones Clave:
Indicadores Clave:
Todas las intervenciones de promoción de la higiene requieren manejo y capacidad del personal para brindar el programa de manera efectiva. No hay una calificación profesional reconocida para los promotores de higiene; como resultado, las respuestas de emergencia reclutan a personas de diversas profesiones y sectores. Por lo tanto, la capacitación, fortalecimiento de las capacidades, apoyo y supervisión son responsabilidades clave del programa.
El rol principal de un promotor de higiene es apoyar la toma de decisiones a nivel comunitario y garantizar que una intervención que suele tener una base técnica también esté centrada en las personas. Como resultado, las principales habilidades y competencias de los promotores de higiene se relacionan con la comunicación y la facilitación (p. ej., escucha activa, empatía y confianza para trabajar con grupos y comunidades).
Donde sea posible, los promotores de higiene deberían poder comunicarse en el idioma de preferencia de la comunidad afectada, tener una actitud abierta y positiva respecto de la diversidad y la inclusión y tener cierta experiencia trabajando con comunidades. Estas habilidades suelen ser más importantes que el conocimiento sobre WASH, salud pública o conductas. Según las responsabilidades de su trabajo, los promotores de higiene también podrían tener que llevar registros y redactar informes claros.
Es importante reclutar personas locales siempre que sea posible y fortalecer la capacidad del personal de desarrollo existente para responder a emergencias. El personal puede ser asignado temporalmente de ministerios del gobierno o pueden identificarse mediante ONG locales y nacionales, lo que ayuda a aumentar la resiliencia de las comunidades y el personal nacional para crisis futuras.
Recursos Humanos
Diversas personas e instituciones como departamentos gubernamentales, Organizaciones Basadas en la Comunidad u ONG pueden implementar la promoción de la higiene. Las intervenciones pueden ser llevadas a cabo por personal nacional o internacional pago, voluntarios, organizaciones comunitarias o una mezcla de cualquiera de ellos. En una respuesta de emergencia de WASH, se recomiendan recursos humanos dedicados para la promoción de la higiene, a fin de garantizar que se dedique totalmente un tiempo para trabajar con las comunidades de manera comprensiva e interactiva.
El personal y los voluntarios deben saber qué se espera de ellos y deben recibir descripciones actualizadas de sus puestos y códigos de conducta. El nuevo personal también debería recibir instrucciones y capacitaciones Los reclutadores deberían apuntar a tener un equipo equilibrado y diverso (p. ej., en términos de género, discapacidades, orígenes), lo que incluye en puestos gerenciales.
Se debe brindar apoyo continuo al personal y a los voluntarios, y ellos deben saber quién los dirigirá directamente. Se deberían desarrollar marcos de competencias para informar discusiones con el personal, ayudando a identificar fortalezas, debilidades y estrategias adicionales de capacitación y apoyo. Se debería establecer lo antes posible un plan de capacitación para todos los miembros del personal y voluntarios. Las organizaciones tienen el deber de cuidar a sus trabajadores y deben tomar medidas para garantizar su seguridad y controlar el estrés, la salud, la seguridad y la protección personal. Al mismo tiempo, los miembros del personal y los voluntarios deben asumir responsabilidad por su propia seguridad y bienestar y cumplir las directrices y políticas organizacionales. El personal y los voluntarios de promoción de la higiene también necesitan los recursos para poder hacer su trabajo, como materiales, equipos y medios de transporte.
Los despliegues de personal cortos suelen causar una rotación de personal alta, lo que debilita la continuidad y la calidad del programa. Esto puede dar lugar a un sentido reducido de responsabilidad personal por el trabajo. Independientemente de si los despliegues son cortos o largos, el personal debería sentirse apoyado; siempre que el financiamiento lo permita, la rotación debería reducirse si se planifican estratégicamente los despliegues y el personal está capacitado y motivado.
Voluntarios de la comunidad
Si la estrategia del programa es trabajar con voluntarios de la comunidad, la comunidad afectada debería elegirlos según criterios específicos acordados. Pueden identificarse sistemas de extensión existentes; también pueden movilizarse más rápido. Sin embargo, es fundamental que la comunidad respete y acepte estos sistemas de extensión. También podrían ser apropiados sistemas alternativos como Clubes de Salud Comunitarios F.1.
Idealmente, los voluntarios de la comunidad:
Las competencias que se esperan de los voluntarios de la comunidad varían. Algunas agencias exigen lectoescritura y conocimientos básicos de matemática, pero esto podría excluir a talentosos comunicadores y movilizadores en comunidades con tasas de alfabetización general bajas o en donde las mujeres o las personas con discapacidades no han tenido la oportunidad de ir a la escuela. Los voluntarios con discapacidades suelen tener más conocimiento de los desafíos en el acceso y uso de instalaciones e información sobre agua y saneamiento y en el manejo de su higiene personal (con o sin la ayuda de otros). Las organizaciones podrían diferir en sus políticas sobre personal y voluntarios; por ejemplo, algunas podrían exigir que los voluntarios tengan un seguro o usen un uniforme particular.
Los voluntarios hacen una contribución significativa a la respuesta; necesitan recibir capacitación y un buen apoyo. También aportan sus propias creencias, ideas y experiencias al trabajo, lo que puede incluir sesgos, ideas erróneas y prejuicios contra determinados individuos o grupos. Mediante la capacitación formal y en el trabajo, la práctica, la tutoría y el incentivo continuo, los voluntarios pueden desarrollarse como facilitadores de mente abierta en lugar de proveedores de información o maestros didácticos.
La compensación para los voluntarios es con frecuencia una fuente de debate y desacuerdo en emergencias, en especial cuando los voluntarios provienen de la población afectada y no tienen otra fuente de ingresos. El término “voluntario” significa que las personas normalmente no reciben un pago pero pueden recibir una compensación en especie mediante la provisión de capacitación, materiales y equipos y el respeto de la comunidad para la que trabajan. También se pueden cubrir los gastos de transporte y comidas. El argumento en contra de pagarles a los voluntarios es que no es sostenible. Sin embargo, suele ser poco realista en una emergencia esperar que las personas trabajen gratis durante más de unas pocas horas a la semana. Por lo tanto, los acuerdos de compensación deberían ser específicos para el contexto, discutidos y aclarados en reuniones entre agencias P.9 y discutidos con los miembros de la comunidad antes de que comience el trabajo.
Fortalecimiento de la capacidad
El fortalecimiento de la capacidad puede tener lugar a nivel organizacional, (inter)sectorial o comunitario. Apunta a fortalecer el conocimiento, las competencias y las conductas para permitir que las personas y las organizaciones aborden efectivamente las necesidades de WASH y aumenten su resiliencia para crisis futuras. Por el mismo motivo, la DRR y la preparación deberían incorporar el fortalecimiento de la capacidad. La capacitación y el aprendizaje deben apoyar el desarrollo de competencias de promoción de la higiene clave y basarse en las descripciones de los puestos.
El trabajo basado en la comunidad de los promotores de higiene puede requerir capacitación en competencias de facilitación y comunicación, lo que incluye escucha activa, participación comunitaria y rendición de cuentas. También requerirán capacitación en las herramientas y enfoques específicos que usa una organización. Incorporar la interacción comunitaria en un programa también requerirá la capacitación de gerentes, ingenieros de agua y saneamiento, expertos en logística y otras partes involucradas en la respuesta.
Se debería desarrollar un marco de competencias (vea Recursos humanos más arriba) y un plan de fortalecimiento de la capacidad, sobre la base de una evaluación de necesidades de aprendizaje. El fortalecimiento de la capacidad es un proceso continuo; los “talleres” o sesiones de capacitaciones de una sola vez son insuficientes. Cada plan debe monitorearse y evaluarse para garantizar que se estén logrando sus objetivos. Hay diversos métodos para apoyar la capacidad y el aprendizaje además de la capacitación en aulas y talleres. El aprendizaje al hacer y usar ejercicios de participación en el campo brinda experiencia práctica. La orientación y las tutorías también son formas de desarrollar la capacidad, así como las reuniones individuales y grupales.
Las oportunidades para el desarrollo formal del personal pueden ser limitadas en la primera fase de respuesta, pero como mínimo se debe brindar la orientación y la capacitación en el trabajo. También se puede incentivar a los miembros del personal y a los voluntarios a establecer sus propios objetivos para el desarrollo y la capacitación. Un sistema de orientación para el personal que garantice que reciban capacitación, supervisión y monitoreo de forma continua puede ser útil.
Se pueden organizar sesiones de capacitación conjuntas entre agencias y deberían ser una mezcla de capacitaciones en el trabajo y en aulas. La capacitación en el trabajo es más probable en una fase de emergencia aguda, concentrándose en las actividades específicas que se requieren de inmediato. La capacitación de capacitadores en la comunidad puede ser útil, pero todos los capacitadores deberían desarrollar buenas competencias de capacitación y facilitación; en la realidad, suele haber una pérdida de calidad al bajar de nivel de la capacitación de capacitadores a la comunidad.
Las reuniones regulares con los equipos de personal y voluntarios son beneficiosas. Brindan una oportunidad para que los miembros de los equipos aprendan uno del otro y discutan el progreso y los problemas relacionados con el campo además de estrategias para manejarlos, cambiar y adaptar planes de acción cuando sea necesario.
Se deben incorporar en las propuestas los presupuestos para capacitación, fortalecimiento de la capacidad, monitoreo y supervisión.
Recursos humanos y aprendizaje de adultos
La capacitación efectiva les da a los adultos una oportunidad para desarrollar sus creencias, conocimientos y competencias existentes y compartirlos. El respeto y la relevancia son fundamentales para un aprendizaje efectivo de los adultos, quienes necesitan sentir que el aprendizaje tiene un beneficio práctico inmediato. Los estudiantes deben sentir que se reconoce su conocimiento existente y que los escuchan. El aprendizaje debería reafirmar su autoestima y nunca debería hacerlos sentirse menospreciados o humillados. Los estudiantes deben poder identificar cómo pueden usar los nuevos conocimientos, competencias y actitudes de inmediato en lugar de en el futuro. Se dice que los adultos retienen el 20% de lo que escuchan, el 40% de lo que ven y escuchan y el 80% de lo que hacen y descubren. La mejor manera de desarrollar la confianza, las competencias y la autoestima de los participantes es generando oportunidades para que pongan en práctica las nuevas competencias y conocimientos (p. ej., representaciones de roles o ir a la comunidad a practicar).
El rol del “capacitador” es facilitar el aprendizaje y entender cómo satisfacer las diferentes necesidades de aprendizaje del grupo mediante diversos métodos y enfoques. Se deben evitar los métodos de capacitación didácticos que simplemente apunten a brindar información y en su lugar usar los que desarrollen el pensamiento crítico y la reflexión y la aplicación práctica de lo aprendido.
Las emergencias pueden surgir en diversos contextos y pueden ser agudas y transitorias por el tiempo o crónicas y prolongadas. Las intervenciones de promoción de la higiene necesitan tener en cuenta los diversos desafíos de WASH y dinámicas comunitarias en diferentes situaciones. Los eventos traumáticos asociados con conflictos o la pérdida de seres queridos pueden interferir en la capacidad de las personas de procesar información y comunicarse; se debe informar a los promotores de higiene cómo responder a personas que están en duelo. En algunos contextos, los promotores de higiene trabajarán tanto con comunidades desplazadas como con comunidades receptoras. En otros contextos, el foco inicial podría ser apoyar la reorganización comunitaria y, en algunas situaciones, el trabajo será posible solamente a distancia.
Las situaciones que dan lugar a emergencias pueden categorizarse en términos generales de la siguiente manera:
Emergencias desencadenadas por peligros naturales o tecnológicos: terremotos, erupciones volcánicas, desprendimientos de tierra, inundaciones, tormentas, sequías, temperaturas extremas y epidemias/pandemias de enfermedades (p. ej., cólera, ébola o COVID-19) son peligros naturales que pueden causar desastres humanitarios, con muchas pérdidas humanas, pérdidas económicas y daños ambientales y de infraestructura. Sin embargo, los desastres humanitarios solo se producen si un peligro golpea en un lugar donde las poblaciones son vulnerables a ese peligro específico. Dichas emergencias suelen dar lugar al deterioro de las condiciones de salud ambiental, en particular el acceso a servicios de WASH básicos. Con frecuencia la infraestructura, como escuelas, caminos, hospitales e instalaciones sanitarias y de agua, se ve directamente afectada, lo que reduce el acceso a agua limpia, el aseo y la capacidad de practicar una higiene segura como el lavado de manos, aumentando el riesgo de enfermedades relacionadas con el agua y el aseo.
Conflictos: hacen referencia a emergencias creadas por la sociedad, como conflictos políticos, enfrentamientos armados y guerras civiles. Muchos refugiados o personas desplazadas internamente deben alojarse en campamentos, refugios temporales o comunidades receptoras en donde el acceso a agua limpia, aseo y otras instalaciones y requisitos de higiene deben garantizarse con poca antelación y con frecuencia deben mantenerse durante largos períodos. Las comunidades receptoras absorben a la mayoría de las personas desplazadas. Esto puede sobrecargar a la infraestructura existente de suministro de agua (y saneamiento), lo que dificulta la identificación y cuantificación de las necesidades reales; es posible que se requieran mejoras en la infraestructura existente. El financiamiento de las intervenciones de WASH, ya sea para poblaciones grandes integradas en comunidades receptoras o en campamentos de largo plazo, puede ser difícil; la promoción de la higiene puede verse como un lujo en lugar de una necesidad. Si las personas son desplazadas en grandes cantidades, las estructuras comunitarias y los mecanismos de apoyo suelen alterarse; los planes de respuesta podrían tener que apoyar la reorganización de la comunidad. Surgen desafíos adicionales si las condiciones en el campamento se vuelven mejores que las condiciones en las comunidades receptoras, generando tensión entre la población local y la población de refugiados. Dichos casos deberían considerarse como oportunidades para mejorar los servicios de WASH en las comunidades receptoras y en las comunidades de refugiados.
Estados frágiles: los estados pueden considerarse frágiles cuando no están dispuestos a cumplir o no pueden cumplir sus funciones básicas. Para la población afectada, su seguridad puede estar en riesgo si no se brindan los servicios sociales básicos o si funcionan mal. Las estructuras gubernamentales débiles o una falta de responsabilidad gubernamental para garantizar servicios básicos pueden aumentar la pobreza, la desigualdad y la desconfianza social y potencialmente desarrollarse en una emergencia humanitaria. Dichos estados con frecuencia descuidan la provisión de servicios básicos de WASH, y el apoyo externo mediante canales de gobierno convencionales suele no ser efectivo. Una falta de infraestructura adecuada puede hacer que la promoción de la higiene sea muy difícil; abogar por un mayor financiamiento y apoyo puede ser vital. Las comunidades afectadas pueden cansarse fácilmente de los esfuerzos de los promotores de higiene a menos que se basen en la capacidad, colaboración e interacción genuinas para resolver los problemas.
Países de (alto) riesgo continuamente afectados por desastres y cambio climático: muchos países se enfrentan a desafíos enormes a causa del cambio climático y la mayor probabilidad de peligros naturales asociados a ello. El riesgo de que los eventos naturales se transformen en un desastre se ve determinado en gran parte por la vulnerabilidad de cada sociedad o grupo, la susceptibilidad de sus sistemas ecológicos o socioeconómicos y el impacto del cambio climático sobre eventos extremos ocasionales (p. ej., lluvias intensas que causan inundaciones o deslizamientos de tierra) y sobre cambios climáticos graduales (p. ej., cambio temporal de las épocas de lluvia). El cambio climático también exacerba problemas en países que ya están sufriendo desastres. Todas las intervenciones de WASH requieren una concentración mayor en medidas preventivas y de Reducción de Riesgos de Desastres (DRR, por sus siglas en inglés): la promoción de la higiene necesitará adaptarse de manera acorde.
Los desastres pueden ser una mezcla de varias categorías (p. ej., estados frágiles o afectados por conflictos a los que los golpea un desastre natural). Esto hace que establecer la dirección de la respuesta sea más difícil (decidir, por ejemplo, si apuntar a los afectados por el desastre natural o a los afectados por condiciones más crónicas). Las situaciones de desastres y crisis pueden iniciarse repentinamente (p. ej., terremotos o conflictos) o lentamente (p. ej., sequías que pueden dar lugar a una crisis alimentaria prolongada) o por los contextos frágiles que dan lugar a un deterioro de los servicios a lo largo del tiempo. Según el tipo de crisis, la población y la infraestructura pueden verse afectadas de manera muy diferente. Aunque algunos desastres dan lugar a movimientos masivos de población (con implicancias para una respuesta de salud pública integral), otros pueden afectar solamente a la infraestructura (desviando el foco de la respuesta hacia las reparaciones y respectivas mejoras). En el último caso, la promoción de la higiene se centraría en facilitar la interacción comunitaria y garantizar que las mejoras o reparaciones de la infraestructura brinden el mayor impacto posible.
AAP
Rendición de cuentas a las poblaciones afectadas F.23.
ABCD
Enfoque Centrado en Determinantes de Cambios de Comportamiento F.16.
Artículos No Alimentarios
Artículos esenciales, distintos de los alimentos, que pueden necesitar las personas afectadas por crisis humanitarias, incluso artículos para permitir la higiene, como jabón, baldes, rasuradoras o bacinicas P.6.
Audiencia primaria
Personas que se ven más afectadas por un problema y que son el objetivo clave de las comunicaciones para el cambio social y de comportamiento.
Audiencia secundaria
Esta audiencia no se necesariamente el objetivo principal para el cambio, pero puede influir a los demás.
DCC
Diseño Centrado en el Comportamiento F.17.
BCT
Técnica para el Cambio de Comportamiento.
CCC
Comunicación para el cambio de Comportamiento.
CCCM
Coordinación de campo y manejo de campo.
CHAST
Capacitación sobre Higiene y Saneamiento para Niños F.9.
CHC
Club de Salud Comunitario F.1.
CHS
Norma Humanitaria Esencial.
COMBI
Comunicación para Impactar la Conducta F.18.
Comunidad
Un grupo de personas que comparten algo en común.
Comportamientos relacionados con el agua
Conjunto de comportamientos necesarios para garantizar que el agua limpia suministrada en el punto de suministro permanezca sin contaminar hasta el punto de uso. Puede incluir la protección de la fuente de agua, el transporte seguro del agua, la limpieza periódica de los recipientes de agua y el almacenamiento seguro de agua a nivel doméstico. Si se necesita un tratamiento adicional a nivel del hogar, también puede requerir el uso y mantenimiento de opciones de tratamiento de agua para uso doméstico. También puede requerir un monitoreo de la calidad del agua (liderado por la comunidad) en intervalos regulares.
Comportamientos relacionados con el saneamiento
Conjunto de comportamientos asociados con la manipulación segura de los excrementos, incluido el uso, por parte de todos, de las instalaciones de saneamiento en todo momento, la operación y el mantenimiento de rutina de los inodoros, el uso de materiales de limpieza anal culturalmente apropiados, la recolección, el manejo, el tratamiento y la eliminación seguros de las heces, la eliminación segura de heces de bebés y niños, el uso de artículos como bacinicas o pañales y el uso de materiales e instalaciones para la incontinencia y la enseñanza a los niños para ir al baño. También puede referirse a la prevención de la defecación indiscriminada/al aire libre y la posible limpieza de un ambiente ya contaminado donde no hay baños disponibles. Siempre conlleva el lavado de manos después del uso del baño y después del contacto con excrementos de niños.
CPT
Seguimiento de la Percepción de la Comunidad F.24.
CRL
Cloro Residual Libre.
Datos cualitativos
Información relacionada con las cualidades o características. En general, es información descriptiva y pregunta cómo y por qué A.4.
Datos cuantitativos
Información relacionada con cantidades. Es información numérica y pregunta cuántos, cuánto o con qué frecuencia A.4.
Datos primarios
Información que se recopila directamente de la población afectada, generalmente a través del trabajo de campo o mediante la realización de una evaluación A.4.
Datos secundarios
Información que ha sido recolectada previamente A.4.
Determinantes de comportamiento
Los factores sociales, ambientales, psicológicos y culturales que influyen el comportamiento.
DHS
Encuesta de Datos Demográficos y de Salud.
DRR
Reducción de Riesgos de Desastres.
EPP
Equipo de Protección Personal.
Escala de Likert
Una escala de calificación utilizada a menudo en cuestionarios para medir actitudes, percepciones y opiniones mediante el uso de un continuo que va desde, p. ej., muy de acuerdo a muy en desacuerdo y pedir a los participantes que especifiquen su nivel de acuerdo.
Evaluación
La evaluación es un proceso continuo de investigación que permite un entendimiento más profundo y amplio de la situación para facilitar una respuesta más eficaz (capítulo A ).
Evaluación
Una evaluación es el examen sistemático y objetivo de una intervención humanitaria para determinar el valor o la importancia de una actividad, política o programa y pretende extraer lecciones para mejorar la política y la práctica y aumentar la rendición de cuentas. Los criterios clave de evaluación son la pertinencia, la eficacia, la eficiencia, el impacto, la sostenibilidad y la coherencia M.3.
Evaluación formativa
El proceso de una investigación profunda de una situación específica.
FIT
Adecuado para la Escuela F.10.
FOAM
Enfoque, Oportunidad, Habilidad y Motivación F.19.
GBV
Violencia basada en el género.
GWC
Global WASH Cluster.
HCWM
Manejo de Desechos de Residuos Médicos P.5.
Higiene ambiental
Todos los comportamientos que aseguren un entorno familiar y comunitario limpio y seguro. Incluye la recolección, el transporte y la eliminación adecuados de los desechos, el drenaje, las mejoras potenciales del sitio y las medidas de control de vectores.
Higiene de los alimentos
Condiciones y prácticas que previenen la contaminación de los alimentos y las correspondientes enfermedades transmitidas por los alimentos. Incluye la manipulación, el almacenamiento y la preparación seguros de los alimentos antes de su consumo en el hogar o en lugares públicos como comedores y cocinas comunitarias. La manipulación y la preparación seguras incluyen mantener un ambiente higiénico para la preparación o procesamiento de alimentos, trabajar con las manos limpias, lavarse y cocinar o recalentar los alimentos de manera segura. Los alimentos almacenados correctamente deben cubrirse y protegerse de las moscas. Los vasos y utensilios de cocina deben estar limpios al usarse y deben cubrirse cuando se guarden. La higiene de los alimentos también abarca prácticas de alimentación seguras y apropiadas para lactantes y niños pequeños, incluida la lactancia materna.
Higiene de manos
Término general que hace referencia a cualquier acción de limpiarse las manos con agua y jabón (o materiales equivalentes como desinfectante de manos a base de alcohol) para eliminar patógenos como virus, bacterias y otros microorganismos, además de suciedad, grasa o sustancias perjudiciales e indeseadas que estén adheridas a las manos.
Higiene personal
Las conductas relacionadas con mantener la limpieza del cuerpo y la ropa para preservar la salud y el bienestar generales. Puede incluir lavarse y bañarse regularmente con jabón para aumentar el sentido de bienestar y eliminar potenciales patógenos, suciedad y bacterias que causan malos olores corporales o irritaciones de la piel. Pueden hacer referencia a la higiene dental como el lavado de dientes regular, la higiene genital masculina donde sea un problema, el lavado de manos regular con jabón o el lavado de ropa personal y ropa de cama.
HP
Promoción de la higiene.
HPC
Ciclo del Programa Humanitario.
HWWS
Lavado de manos con jabón.
IASC
Comité Permanente entre Agencias.
IEC
Información, Educación y Comunicación T.19.
Inclusión
La política y práctica de garantizar la igualdad de acceso a oportunidades y recursos para aquellos que a menudo son excluidos o marginados E.5.
Indicadores
Los indicadores son las “señales” que permiten la medición del progreso y los objetivos y, por lo tanto, el cambio M.2.
Indicadores indirectos
Indicadores (o señales) sustitutos que miden el cambio indirectamente usando una variable más medible. Esto permite una suposición del impacto de WASH cuando la medición directa no es realista.
JMP
Programa de Monitoreo Conjunto.
KAP
Conocimiento, Actitud y Práctica T.24.
KPC
Conocimiento, Práctica y Cobertura.
LGBTQI+
Lesbianas, Homosexuales, Bisexuales, Transgénero y Queer o Cuestionándose e Intersexo.
Línea de referencia
Los puntos de referencia determinan el punto de inicio para el monitoreo posterior. El término “línea de referencia” se puede referir a la situación antes de la emergencia o puede proporcionar datos iniciales para comparar con una encuesta de “punto final” A.3.
LQAS
Una metodología de encuesta utilizada originalmente en la fabricación para el control de calidad que utiliza tamaños de muestra pequeños.
Manejo de la Higiene Menstrual (MHM)
El Manejo de la Higiene Menstrual incluye la provisión de suministros menstruales adecuados, apropiados y de calidad, acceso a instalaciones sanitarias para manejar la menstruación y acceso a información y educación sobre la menstruación P.7.
Material Menstrual de Apoyo
Incluye ropa interior, jabón adicional para la ropa y para bañarse, un contenedor con tapa para guardar y dejar en remojo toallas menstruales reutilizables, paños o ropa sucia y soga y brochas para ponerlos a secar P.7.
MBP
Intervención Basada en el Mercado P.8.
MICS
Encuestas de Indicadores Múltiples por Grupo Temático.
MMH
Manos Mágicas de Mamá (Mum's Magic Hands) F.5.
MoE
Ministerio de Educación.
Monitoreo
El monitoreo mide el progreso y verifica si un programa o intervención está funcionando de acuerdo con el plan. Es el control planificado, sistemático y continuo de la intervención de promoción de la higiene para garantizar que se esté logrando lo que se pretendía, que los fondos asignados se estén utilizando de manera efectiva, que se escuchen los comentarios y se actúe en consecuencia, y que se identifiquen las fortalezas, las debilidades y las brechas para que puedan realizarse cambios según sea necesario M.2.
MOOC
Curso en línea masivo y abierto.
O&M
Operación y Mantenimiento.
OD
Defecación al aire libre.
ODF
Ausencia de defecación al aire libre.
ONG
Organización No Gubernamental.
OPD
Organización de Personas con Discapacidades.
Participación
La participación apunta a empoderar a las personas e involucrarlas en las decisiones que afectan sus vidas (capítulo E ).
Participación comunitaria
La participación comunitaria conecta a la comunidad y otras partes interesadas para que las personas afectadas por la crisis puedan participar y tener más control sobre la respuesta y su impacto sobre ellas mismas (capítulo E ).
PCMA
Evaluación de Mercado Previa a la Crisis P.8.
PDI
Personas Desplazadas Internamente.
Perfil de la comunidad
Un Perfil de la Comunidad de WASH apunta a entender estructuras y dinámicas de la comunidad y determinar qué individuos y grupos son vulnerables a qué riesgos relacionados con WASH y por qué A.7.
PHAST
Transformación Participativa de Higiene y Saneamiento F.6.
Productos menstruales
Productos para manejar la menstruación. Estos incluyen toallas higiénicas y tampones desechables, productos menstruales reutilizables como toallas higiénicas reutilizables, copas menstruales, ropa interior para la menstruación o paños limpios y pueden variar según el contexto P.7.
PTM
Programas de Transferencia Monetaria P.8.
QIVC
Lista de Verificación de Mejoras de Calidad.
RANAS
Riesgos, Actitudes, Normas, Capacidad y Autorregulación F.20.
RCCE
Comunicación de Riesgos e Interacción Comunitaria: es un enfoque en evolución y se refiere a los procesos utilizados para consultar, involucrar y comunicarse sistemáticamente con las comunidades que están en riesgo, específicamente durante los brotes de enfermedades C.9.
Rendición de cuentas
La rendición de cuentas es definida por el OECD como la obligación de demostrar que el trabajo se ha realizado de conformidad con las normas y estándares acordados. Esfera describe la rendición de cuentas como el proceso de usar el poder de manera responsable, tomando en consideración y rindiendo cuentas a las diferentes partes interesadas, y principalmente aquellas que se ven afectadas por el ejercicio de dicho poder. Asegura que los recursos se usen de manera apropiada y transparente, que el personal de respuesta de WASH se responsabilice por su trabajo y que las comunidades se beneficien de un programa eficiente y eficaz M.4.
Salud Menstrual e Higiene (MHH)
La Salud Menstrual e Higiene abarca el manejo de la higiene menstrual (MHM) y los factores sistémicos que vinculan la menstruación con la salud, el bienestar, la igualdad de género, la educación, la equidad, el empoderamiento, la dignidad y los derechos. Los factores sistemáticos incluyen conocimiento preciso y oportuno; materiales disponibles, seguros y asequibles; profesionales informados y cómodos; derivación y acceso a los servicios de salud; instalaciones de saneamiento y lavado; normas sociales positivas; eliminación segura e higiénica; y defensa y política P.7.
SANTOLIC
Saneamiento Total Liderado por la Comunidad F.2.
SBM
Gestión Basada en la Escuela.
SLTS
Saneamiento Total Liderado por la Escuela F.2.
SMA
Análisis Situacional del Mercado P.8.
SRO
Solución de Rehidratación Oral.
SWM
Manejo de Residuos Sólidos P.5.
Tippy Tap
Un dispositivo simple para lavarse las manos que utiliza un recipiente que se puede inclinar hacia arriba para liberar agua.
TMG
Toilets Making the Grade F.12.
Triangulación
Compara varias fuentes de datos y métodos diferentes para hacer una verificación cruzada y confirmar hallazgos, lo que ayuda a reducir sesgos A.1.
TSA
Enfoque de Tres Estrellas F.11.
UN-CRPD
Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidades.
WASH
Agua, Saneamiento e Higiene.
WASHaLot
Instalación de lavado de manos para grupos que consiste en un tubo con salidas de agua de fácil manejo que permite que varias personas se laven las manos al mismo tiempo. Las salidas de agua liberan agua solo cuando se tocan.
WinS
WASH en Escuelas (WASH in Schools).
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