La Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (UN-CRPD) define la inclusión de discapacidades como la capacidad de personas con discapacidades de contribuir y participar activamente en la sociedad y requiere que se traten las barreras que impiden esta participación. Las personas con discapacidades se ven afectadas desproporcionadamente por la pobreza y viceversa. El acceso limitado o la falta de acceso a servicios de WASH afecta gravemente la salud y los resultados socioeconómicos, incluso más para personas con discapacidades, exacerbando las desigualdades para ellas y sus cuidadores. También puede perpetuar la pobreza, ya que es tanto la consecuencia como la causa de la discapacidad. Según la OMS y el Informe Mundial sobre Discapacidad del Banco Mundial, cerca del 15% de la población mundial (o una de cada siete personas) son mujeres, hombres, niñas y niños con discapacidades. Además, más del 46% de las personas de edad avanzada (60 años en adelante) tiene una discapacidad. Las personas con discapacidades y las personas de edad avanzada son miembros activos de la comunidad afectada y partes interesadas importantes en la asistencia humanitaria. Diversos factores sociológicos, como la pobreza, seguridad, tradiciones o prácticas culturales y acceso a educación y salud, pueden sin embargo influir (negativamente) en cómo se los considera en una comunidad específica. Esto puede variar significativamente entre diferentes comunidades en la misma región o país. En 2016, la Comunidad Internacional se comprometió a hacer que la asistencia humanitaria incluya a las personas con discapacidades (según lo requerido por las leyes de derechos humanos y leyes humanitarias internacionales) mediante la firma de la “Carta sobre la Inclusión de Personas con Discapacidad en la Acción Humanitaria” y el compromiso con intervenciones no discriminatorias, participativas y basadas en la cooperación y la coordinación. Todos los que trabajen en una respuesta de emergencia deben comprometerse con identificar las necesidades de las personas con discapacidades y superar las barreras a las que se enfrentan para el acceso a intervenciones humanitarias. Esto puede lograrse mediante lo siguiente: La participación de personas con discapacidades o sus OPD es esencial para entender las barreras a las que se enfrentan las mujeres, hombres, niñas y niños con discapacidades en el acceso a programas de higiene y para tratarlas como corresponde. Los programas de higiene deben ser inclusivos, pero las personas con discapacidades también deben participar activamente en la toma de decisiones, en línea con el principio de “nada sobre nosotros sin nosotros” y los principios generales de la UN-CRPD.
Evaluar cada situación con cuidado. No hay “una sola solución adecuada para todos”; las personas con discapacidades no son un grupo homogéneo. Implementar una respuesta de WASH inclusiva mediante la recolección y registro de información sobre discapacidad lo antes posible.
Identificar OPD o personas de edad avanzada en la evaluación y trabajar con ellas para evaluar las diferentes necesidades de la población afectada así como también el entorno de políticas y el apoyo existente disponible para personas con discapacidades y personas de edad avanzada.
Involucrar a las personas con discapacidades, sus familias y cuidadores, OPD y ONG/I que trabajan en los sectores de inclusión de discapacidades y edades al planificar e implementar la intervención de WASH P.9.
Considerar las necesidades de comunicación de las personas, como el uso de lenguaje de señas, letra grande o subtítulos. Usar materiales fáciles de entender y específicos para el contexto. Una mezcla de formatos es una buena forma de alcanzar a la mayor cantidad de gente posible (capítulo C .
Realizar Visitas al hogar T.18 cuando sea posible. Pueden aumentar el acceso a la información para todos y ayudar a identificar las necesidades insatisfechas de personas de edad avanzada, personas con discapacidades (como incontinencia), personas que no pueden salir de su casa o personas con deterioro intelectual o cognitivo.
Realizar los eventos más cerca de las viviendas de las personas, cuando sea posible, para garantizar un mejor acceso. Si esto no es posible, considerar brindar ayuda con el transporte, además del acceso en el lugar específico del evento.
Consultar con las personas con discapacidades o sus cuidadores para recibir sus opiniones y así garantizar que la comunicación sea inclusiva. Garantizar que el material promocional no represente a las personas con discapacidades o personas de edad avanzada de una forma que perpetúe los estigmas.
Involucrar a las personas con diferentes discapacidades al diseñar nuevas instalaciones de WASH, y garantizar que las instalaciones existentes se modifiquen para que sean totalmente accesibles. Realizar Auditorías de accesibilidad T.1 con personas de edad avanzada y personas con diferentes discapacidades para identificar qué es necesario modificar y cómo pueden las personas acceder a las instalaciones de manera digna y segura.
Evaluar si hay una necesidad de productos de higiene específicos o insumos adicionales (p. ej., agua para lavado adicional, toallas para incontinencia, jabón, cuñas, sillas inodoro, orinales de cama o bacinicas, P.6).
Fomentar y apoyar la inclusión de personas con discapacidades y personas de edad avanzada en comités de WASH como trabajadores de extensión, cuidadores o personal pago de organismos e incluir su representación en materiales de IEC de WASH.
Apoyar o fomentar clubes escolares de WASH que incluyan a los niños con discapacidades E.6. Pueden apoyar un cambio actitudinal más amplio respecto de las discapacidades al, por ejemplo, involucrar a niños con discapacidades como defensores de WASH T.22, hablar de discapacidades y garantizar que las instalaciones sean accesibles.
Garantizar que se realicen actividades de extensión además de las actividades de WASH o higiene menstrual basadas en la escuela para incluir a los muchos niños con discapacidades que no van a la escuela.
Capacitar a las personas con discapacidades y personas de edad avanzada como facilitadores, técnicos, promotores de higiene o miembros de comités de WASH. Podrían necesitar apoyo adicional como dispositivos de asistencia, lenguaje de señas o ayuda de cuidadores.
Integrar programas inclusivos de discapacidades en las iniciativas de fortalecimiento de la capacidad para el personal de organismos y gobiernos, promotores de higiene o trabajadores de la salud de la comunidad. Esto puede hacerse en colaboración con las OPD locales y otras organizaciones representativas.
Garantizar que se recojan datos sobre género, edad y discapacidad y poner a disposición mecanismos de opinión inclusivos de discapacidades. Usar el Conjunto Breve de Preguntas “Grupo de Washington” sobre el funcionamiento como herramienta para la desagregación de datos por discapacidad.
Considerar realizar talleres regulares sobre los derechos de personas con discapacidades y WASH con inclusión de discapacidades a nivel de la comunidad, los organismos y entre los organismos, garantizando un seguimiento de cerca por parte de la organización implementadora.
Garantizar la participación activa de personas con discapacidades y personas de edad avanzada en la respuesta de WASH de emergencia.
Las personas con discapacidades y personas de edad avanzada tienen derecho a agua, saneamiento e higiene, pero con frecuencia se enfrentan a una lucha diaria de defender este derecho.
Las principales barreras que impiden la participación significativa y la inclusión de personas con discapacidades en la sociedad y su acceso a intervenciones de ayuda humanitaria son actitudinales, físicas, institucionales y comunicativas. Si las barreras y las necesidades de las personas con discapacidades no se identifican activamente, corren el riesgo de ser excluidas.
Como parte de la comunidad, las personas con discapacidades y las personas de edad avanzada tienen una contribución importante para hacer una respuesta de emergencia (p. ej., como influenciadores o guardias) y tienen que participar activamente en todas las etapas del ciclo del proyecto para permitir el acceso a una respuesta de WASH para todos.
La colaboración con las organizaciones que representan a personas con discapacidades (OPD, por sus siglas en inglés), así como sus familias y cuidadores, puede brindar un punto de entrada útil y apoyo para programas de WASH [P.9)].
Hacer que los programas de WASH sean más inclusivos no se trata únicamente de instalaciones más accesibles, sino también de permitir la participación y la toma de decisiones y de brindar oportunidades para desafiar la estigmatización.
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