La Transformación Participativa de Higiene y Saneamiento (PHAST, por sus siglas en inglés) es una metodología de aprendizaje y planificación participativa que utiliza un enfoque de pasos diseñado para que los agentes comunitarios promuevan el cambio de conducta de higiene y saneamiento, en particular en las comunidades rurales.

El proceso de PHAST incluye siete pasos que generalmente corresponden al ciclo del programa: identificación del problema, análisis del problema, planificación de soluciones, selección de opciones, planificación de nuevas instalaciones y cambio de conducta, planificación del monitoreo y evaluación, y la evaluación participativa. Cada paso tiene herramientas complementarias (p. ej., conjuntos de imágenes) o ejercicios interactivos que alientan a las personas a conceptualizar y pensar en los problemas de higiene y cómo pueden abordarlos. Los pasos deben seguirse en orden porque cada paso ayuda a los participantes a moverse al siguiente paso, lo que les permite a las personas superar las limitaciones del paso anterior para cambiar. El enfoque participativo tiene el objetivo de fomentar la autoestima y la confianza de las personas para que colaboren en los cambios. El concepto de capacitación de las comunidades es esencial para el enfoque. El contacto regular entre el agente de extensión/promotor de higiene y cada comunidad está previsto para al menos seis meses. A través de discusiones y debates, se fomenta una respuesta a los problemas que es definida por la comunidad. Los métodos utilizados son similares a muchos métodos de aprendizaje y acción participativos, pero el proceso es menos abierto y orienta a las personas hacia la solución de los problemas de saneamiento e higiene. El proceso exige facilitadores capacitados y, mientras que las herramientas y ejercicios pueden aprenderse bastante rápido, una habilidad y una actitud de respeto por la capacidad y el conocimiento de la comunidad.

“PHAST con más rapidez” aplica los principios de PHAST a las presiones y limitaciones de tiempo del contexto de emergencia, acortando el proceso a tres o cuatro pasos y fomentando un contacto más frecuente con las comunidades para lograr un cambio más rápido. La preparación del kit de herramientas y la capacitación de los facilitadores puede llevar algo de tiempo y puede resultar difícil presentar PHAST en un contexto de emergencia aguda. No obstante, las herramientas individuales proporcionan formas útiles para que los grupos hablen y piensen sobre lo que pueden hacer juntos para abordar los problemas de saneamiento e higiene.

Herramientas y métodos utilizados

• Pósteres individuales T.19
• Mapeo de la comunidad T.7
• Clasificación en tres pilas T.51
• Votación con tarjetas y fichas T.31
• Vías y barreras para la transmisión T.53
• Análisis de género T.16
• Opciones de saneamiento
• Cuadro de preguntas
• Planificación participativa
• Monitoreo participativo M.5

Aplicabilidad

PHAST es más adecuada para intervenciones de desarrollo a largo plazo, pero puede adaptarse para utilizarse en emergencias mediante la reducción del número de pasos (PHAST con más rapidez) o con niños mediante más actividades centradas en ellos. Por lo general, es inadecuada para la fase aguda de una respuesta porque se necesita tiempo significativo para la preparación y capacitación (a menos que PHAST ya se haya utilizado). Muchas de las herramientas pueden utilizarse solas para evaluar o estimular el debate con una comunidad o un grupo. Las herramientas también pueden adaptarse y utilizarse para otros fines como el análisis de género T.16 y las cuestiones de salud menstrual e higiene (MHH, por sus siglas en inglés, P.7)

Principales requisitos / Inversiones necesarias

PHAST requiere mucho tiempo y recursos porque cada facilitador debe proporcionar apoyo constante a cada comunidad, realizando visitas al menos una vez a la semana o más dependiendo de la urgencia de la situación. Los facilitadores también requieren capacitación y apoyo constante. Se tienen que elaborar materiales específicos del contexto. El proceso puede producir resultados en algunas semanas, pero puede llevar hasta seis meses, según la preparación y capacidad de grupos específicos para tomar medidas.

Pruebas de eficacia

Una revisión reciente de la evidencia disponible indicó que los métodos de movilización social y participación comunitaria, incluido el Saneamiento Total Liderado por la Comunidad (SANTOLIC, F.2) y PHAST son métodos eficaces para promover la higiene y saneamiento comunitarios.

Visite

• Elaborar y probar materiales específicos para el contexto para las actividades antes de comenzar

• Alentar a los participantes a considerar y analizar su situación y permitirle al grupo identificar por sí mismo problemas y soluciones

• Alentar a los participantes a identificar acciones concretas y elaborar un plan; se debe colaborar con ellos para el monitorear [M.2] y evaluar [M.3]

• Solicitar que los participantes evalúen su función en el proceso y cómo puede mejorar sus habilidades como facilitador

No lo hagas.

• No enseñar, dirigir ni sugerir al grupo lo que cree que deberían hacer (a menos que lo pregunten de forma específica)

• No se debe trabajar con un grupo muy grande; dividir los grupos grandes en grupos más pequeños cuando la comunidad es grande

• No se debe hacer suposiciones sobre la respuesta correcta a una actividad

• No se deben usar las actividades de forma mecánica; no se debe utilizar exactamente el mismo enfoque para cada grupo

Ejemplo práctico

La IFRC utilizó PHAST durante el brote de cólera en Uganda occidental en 2006 junto con la sensibilización puerta a puerta. Los voluntarios existentes, que previamente habían sido capacitados en el uso de PHAST, emplearon cuatro de siete actividades: clasificación en tres pilas T.51, votación con tarjetas y fichas T.31, vías y barreras para la transmisión T.53, y redujeron el número de pasos a tres. La cobertura de saneamiento aumentó un 12% a pesar de los suelos difíciles y en un distrito la autoridad local instituyó ordenanzas para mejorar el saneamiento doméstico. El brote se contuvo como resultado del aumento de la concientización sobre prácticas de higiene seguras.