arrow_backEmergency WASH

X.11 Estrategia de salida y traspaso

Una estrategia de salida en el contexto de las intervenciones en el suministro de agua de emergencia es un enfoque planificado acerca de por qué, qué, cuándo y cómo las organizaciones ejecutoras finalizarán su compromiso humanitario relacionado con el suministro de agua. Este proceso debe considerarse y planificarse desde el inicio de las actividades. Abordar la estrategia de salida en una etapa previa de la intervención proporciona transparencia a los socios y promueve un traspaso sin problemas a los respectivos departamentos del gobierno o agencias de desarrollo. En general, la estrategia de salida incluye el proceso de transición, traspaso y el posible desmantelamiento de la infraestructura y abandonar o retirarse de las actividades, los proyectos, las áreas o los países de los programas. Esto tiene gran importancia una vez que pase la fase de emergencia y debería implementarse en cuanto los servicios básicos de suministro de agua se vuelvan a establecer en un nivel en el que se reduzcan las vulnerabilidades. En situaciones posteriores a las crisis de emergencia, prolongadas y crónicas, se aplican criterios de salida que comparan las ventajas y la rentabilidad de la intervención humanitaria continua con las de una intervención realizada por los organismos y las autoridades locales u otros socios y donantes. Al igual que las otras consideraciones acerca del suministro de agua, las estrategias de salida y transición dependen del contexto.

Las estrategias de salida también deben alinearse con las estrategias y políticas nacionales X.3. Si la situación local lo permite, deben realizarse junto con los actores relevantes del desarrollo o el gobierno para definir en conjunto el alcance y el enfoque de las intervenciones a fin de garantizar una transición sin problemas. Los socios ejecutores deben especificar cuándo y cómo finalizará el apoyo al proyecto y si lo dejarán a cargo del gobierno local, de otras organizaciones locales o de proveedores de servicios capaces de sostener o mantener los niveles de servicios alcanzados, o aclarar si realizarán el seguimiento del proyecto y cómo lo harán (por ejemplo, con otra fase con la posibilidad de realizar el seguimiento de la financiación para continuar con las actividades WASH, cuando sea necesario). A continuación, se establecen los criterios de sostenibilidad que deben abordarse lo antes posible para realizar una transición exitosa a los gobiernos locales u otros actores de desarrollo y garantizar la futura viabilidad del sistema:

  • Sostenibilidad técnica: Las intervenciones en el suministro de agua deben apoyar la tecnología adecuada y los diseños de manera local, además de los materiales de construcción locales que estén disponibles y sean económicos. Los sistemas de agua deben encontrarse en buenas condiciones técnicas en el momento de la transición a la entidad local. Para que los servicios del suministro de agua permanezcan operativos, las intervenciones deben tener un equilibrio entre las soluciones técnicas viables y lo que desea y puede gestionar la población afectada, las entidades gubernamentales locales o los proveedores de servicios después de que finalice el proyecto.
  • Sostenibilidad económica: Los costos respectivos para la operación y el mantenimiento a largo plazo de las infraestructuras del suministro de agua deben considerarse como parte de la selección de la tecnología. Si bien la recuperación del costo no es una prioridad en la respuesta humanitaria de emergencia, la toma de conciencia sobre las consecuencias financieras prolongadas para volver a establecer los servicios de suministro de agua es esencial desde el inicio.
  • Sostenibilidad sociocultural e institucional: Las intervenciones en el suministro de agua deben tener en cuenta la aceptabilidad local y la adecuación de las tecnologías implementadas, la conveniencia de los servicios, el sabor y el olor del agua, las percepciones de los usuarios y de los proveedores de servicios, las cuestiones de género y el impacto en la dignidad humana. Cuando se establecen servicios de agua para personas desplazadas, se debe prestar atención para mantener un nivel de servicio similar al de las comunidades de acogida. Se deben tomar medidas para garantizar que se mantendrán las actividades que promueven la higiene y las intervenciones que promueven los cambios de comportamiento X.16. La propiedad de la infraestructura, que incluye las responsabilidades para la O&M, se debe establecer con claridad. Para identificar los requisitos de un entorno facilitador, es importante conocer la capacidad de la población afectada, las organizaciones comunitarias, las autoridades en servicios y los proveedores de servicios, y así planificar, gestionar y supervisar los servicios del suministro de agua, que incluyen los aspectos financieros, la gestión de activos y la O&M. Además, se debe contar con las organizaciones y las estructuras (públicas, privadas y comunitarias) para brindar el apoyo necesario.
  • Sostenibilidad medioambiental: El impacto de la intervención en los recursos locales del agua debe abordarse antes de la intervención. Para desarrollar la resiliencia de los sistemas del suministro de agua, el diseño debe adaptarse a los riesgos identificados. La inclusión de la gestión integrada de los recursos de agua y los planes de seguridad del agua X.8 se considera una parte fundamental de la respuesta. El diseño incluye una evaluación exhaustiva de los recursos del agua, una evaluación de la demanda actual y futura, la definición de los roles y las funciones de las autoridades locales y nacionales, y la identificación y ejecución de las normas sobre el uso del agua o los planes maestros de los sistemas de agua o aguas residuales en entornos urbanos. En situaciones de emergencia con soluciones temporales, quizás sea necesario considerar el desmantelamiento y el cierre de las instalaciones de suministro de agua. La organización ejecutora a cargo de la construcción y la prestación del servicio también suele ser responsable del cierre.
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