El agua potable no debería representar un riesgo para la salud de las personas. Las medidas de seguridad del agua no se pueden observar ni medir de manera directa, por lo que se necesita una evaluación de riesgos y un enfoque de gestión. La gestión de riesgos desde la fuente hasta los consumidores permite realizar la predicción de los posibles riesgos e implementar una protección eficiente contra la exposición a los contaminantes que se pueden transmitir en el agua. Esto incluye proteger el agua de los contaminantes o tratar el agua para eliminar los contaminantes. Durante una emergencia, también se pueden incluir otros riesgos como la seguridad del usuario, el sistema y del operador (por ejemplo, contra la violencia), además de los riesgos relacionados con la debilidad institucional y financiera.
El objetivo del Marco de Gestión de Riesgos es controlar, prevenir y reducir los riesgos. Este marco se puede utilizar como una herramienta para diseñar, implementar y mejorar las estrategias de gestión de riesgos como parte de una administración o estrategia general. El proceso de gestión de riesgos se utiliza para implementar de manera eficaz los principios de la gestión de riesgos en todos los niveles y funciones de la organización o institución. Los pasos clave para el proceso de la gestión de riesgos son los siguientes:
El Plan de Seguridad del Agua (WSP) es un enfoque para la gestión del riesgo específico para los sistemas del suministro de agua. Su enfoque principal es en los riesgos relacionados con la salud de los usuarios o consumidores del agua potable. El WSP lo diseñaron practicantes con el fin de aplicar el marco de la OMS para el agua potable segura en los suministros de agua potable de todo tipo y tamaño en contextos rurales y urbanos. En el contexto de una emergencia, la implementación del WSP es esencial para garantizar la seguridad del agua a largo plazo en contextos de recuperación prolongados. El WSP permite proteger la fuente, eliminar contaminantes durante el tratamiento y prevenir la contaminación durante la distribución, transporte, almacenamiento y manipulación.
En el caso de un sistema de agua específico, se examina cada paso de la cadena de suministro para identificar la gravedad de los posibles peligros y la probabilidad de que estos peligros ingresen al sistema o no se eliminen de manera adecuada. Los riesgos se analizan y se priorizan, además se desarrolla un plan de implementación para abordar los riesgos identificados. Un plan de supervisión operativa es esencial para verificar que el WSP funcione siempre de manera adecuada y para preparar las estrategias de comunicación y gestión adecuadas. Si se implementa de forma correcta, el WSP mejorará el conocimiento sobre el sistema, la colaboración de las partes interesadas y el intercambio de información, y las habilidades y capacidades.
También ayudará a priorizar las necesidades de optimización y a mejorar la operación, la gestión y la infraestructura, incrementará la confianza del usuario o de la comunidad en el sistema del suministro de agua, fortalecerá el sentido de propiedad y potenciará el apoyo económico.
El enfoque del WSP es flexible y debe adaptarse de manera continua a las condiciones y a las circunstancias locales.
La implementación consiste en once pasos (también llamados módulos):
Los posibles obstáculos que generan un bajo nivel de compromiso administrativo en un WSP son los siguientes:
Close