El cólera es una enfermedad epidémica que se transmite por vía fecal-oral y que es producida por la Vibrio cholerae cuando ingresa al cuerpo mediante el consumo de agua o alimentos contaminados, debido a la mala calidad del agua y del sistema de saneamiento, y a las prácticas higiénicas inapropiadas. Ocasiona una infección en el intestino delgado, lo que genera diarrea acuosa grave, una rápida deshidratación y la muerte, si no se trata. La mayoría de las personas infectadas no presenta ningún síntoma. Sin embargo, pueden propagar el cólera aún más si las fuentes de agua se contaminan con las heces infectadas que contienen la bacteria. Por lo general, esto sucede cuando las condiciones de higiene son malas y prevalece la defecación al aire libre.
Existen muchas formas de prevenir y controlar la propagación del cólera a través de la demanda de acciones en el sector de salud y en muchos otros, esto incluye garantizar el acceso al agua segura, el saneamiento y las buenas prácticas de higiene (WASH). Algunos países tienen cólera de manera endémica y sufren brotes frecuentes, de los cuales la mayoría suelen ser por temporada. Otros pueden experimentar brotes ocasionales, pero no necesariamente de manera endémica. En ambos casos, se necesita una respuesta de emergencia, pero no generan una crisis humanitaria.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, los brotes de cólera impactan a las naciones o regiones que ya presentan un contexto frágil, esto incluye malas condiciones de higiene y acceso limitado al agua potable y a instalaciones de saneamiento. Aunque en Garantizar la cantidad suficiente agua potable segura en el punto de consumo:este caso el enfoque estará en las emergencias por el cólera, siempre que sea posible, es importante reconocer que los esfuerzos para controlar el cólera deben tener como objetivo construir un sistema a largo plazo y considerar la prevención a largo plazo, más allá de los enfoques reactivos. Enfocar las intervenciones multisectoriales en los epicentros de cólera también es un punto clave en la planificación del Grupo Especial Mundial de Lucha contra el Cólera (GTFCC, por su sigla en inglés). Según esta planificación, las intervenciones deben incluir el mejoramiento de la vigilancia (de los brotes) y de los sistemas de salud, y la implementación de soluciones a largo plazo y sustentables de WASH, al mismo tiempo debe promoverse una fuerte participación de la comunidad y la colaboración transfronteriza.
Intervenciones importantes sobre prevención y control de infecciones (PCI)
La prestación de servicios WASH es un elemento clave en la prevención y respuesta a los brotes de cólera. En áreas endémicas y propensas a los riegos del cólera, se deben realizar acciones para garantizar la desinfección del agua y un suministro de agua adecuado y seguro, la supervisión de la calidad del agua X.7, la promoción de la higiene X.16 y el saneamiento, y la eliminación segura de los excrementos en los hogares y la comunidad, en las instalaciones dedicadas al cuidado de la salud y en las unidades especiales llamadas Centros o Unidades de Tratamiento del Cólera (CTC o CTU, por sus siglas en inglés). En cuanto al suministro de agua, el enfoque debe estar en los siguientes aspectos:
Garantizar la cantidad suficiente agua potable segura en el punto de consumo: El agua se necesita para beber, preparar solución de rehidratación oral (ORS, por su sigla en inglés), realizar lavados (de manos, cuerpo, vestimenta), llevar a cabo limpieza/desinfección, cocinar, usar en retretes y preparar cadáveres para el entierro. Los CTC deben contar con 60 l por paciente y 15 l por cuidador de agua tratada con cloro. El agua para beber y lavar (por ejemplo, las manos y los alimentos), y para otros fines, debe tratarse hasta alcanzar el nivel de cloro residual (FRC, por sus siglas en inglés) de al menos 0,5 mg/l con un pH < 8,0 después de 30 minutos de tiempo de contacto, 1,0 mg/l en la fuente de agua y un mínimo de 0,5 mg/l en el punto de entrega. El agua tratada debe entregarse en contenedores por separado y bien identificados.
En general, es necesario considerar el tratamiento antes de proporcionarle el agua al usuario (tanto en áreas rurales o con poca población como en áreas urbanas en las que puede prevalecer el agua entubada contaminada) y garantizar el almacenamiento seguro H.1 , y evitar que vuelva a contaminarse en el punto de consumo. En estos casos se necesitan intervenciones para fomentar la higiene X.16, en las que se brinde información sobre la recolección de agua segura, el traslado, la manipulación y el almacenamiento, el uso seguro de vasos y platos, el lavado de manos, etc. Es posible que las opciones para el tratamiento del agua en el hogar con filtración por membrana o cerámica H.3 , H.4 , cloración en el punto de uso H.6 o hervido H.9 requieran un cambio en el comportamiento de las personas que no tiene experiencia previa con la tecnología. Por lo tanto, la incorporación de los métodos para el tratamiento del agua en el hogar debe combinarse con actividades que fomenten la higiene para garantizar que el agua sea segura en el punto de uso.
Letrinas y unidades para bañarse: Se debe contar con la cantidad suficiente y a una distancia adecuada de las fuentes de agua (véase el Manual Esfera para obtener más información). En los CTC, una letrina puede servir hasta para 20 personas en el área de observación y recuperación y hasta para 50 personas hospitalizadas, y una o dos letrinas deben ser para el personal. Las letrinas recién construidas deben conectarse a una fosa séptica, que debe estar a unos 30 m de distancia de la siguiente fuente de agua. También debe tenerse en cuenta una unidad con baño o ducha para un máximo de 50 personas. Las letrinas y las unidades para bañarse deben separarse por género y adaptarse a las costumbres locales y a las necesidades específicas de las personas mayores, las mujeres embarazadas o las personas con discapacidades, y deben construirse instalaciones de lavado de manos al lado de las letrinas.
Prevenir la contaminación de las fuentes de agua y el medioambiente: La materia fecal debe mantenerse lejos del contacto con las personas, el agua y los alimentos. Este confinamiento se realiza al proporcionar retretes seguros, apropiados, accesibles y en funcionamiento para las comunidades afectadas (al igual que para el personal, los pacientes y cuidadores) que no contaminen el entorno del cuidado de la salud ni los suministros de agua. Toda la cadena del servicio de saneamiento debe diseñarse para garantizar la recolección, el transporte, el tratamiento y la eliminación o reutilización correspondientes (véase Compendio de tecnologías de saneamiento en situaciones de emergencia). Además, es necesario promover la higiene X.16 para garantizar que las personas prioricen la importancia de la limpieza del medioambiente y adopten una conducta saludable.
Lavado de manos: Las instalaciones para el lavado de manos H.2 con jabón y agua limpia (clorada) deben ser accesibles y estar disponibles. Además, deben fomentarse las prácticas adecuadas de lavado de manos, en especial, en los momentos clave (antes de cocinar, comer o alimentar a otros y después de usar la letrina o limpiarles las nalgas a los niños). En el caso del personal de salud, es necesario que se laven las manos antes (1) de tocar a un paciente y (2) de realizar los procedimientos de limpieza, y después de estar en contacto con (3) el paciente, (4) los fluidos corporales (o el riesgo de estar en contacto) y (5) su entorno. El agua para el lavado de manos debe ser segura y siempre debe utilizarse jabón. Cuando no haya jabón disponible, algunas alternativas son el frotamiento de manos con alcohol (ABHR, por sus siglas en inglés) o agua tratada con un 0,05 % de solución de cloro.
Aislamiento de pacientes: Cada uno de los casos de cólera debe investigarse para evaluar e interrumpir la cadena de transmisión. Los pacientes con cólera o con la posibilidad de haberse contagiado deben aislarse de otros pacientes y recibir tratamiento en los CTC para evitar la propagación de la enfermedad en la comunidad y evitar muertes. El cólera también puede tratarse en centros de salud y en unidades de asilamiento en hospitales, en especial, cuando comienza el brote y aún no se establecieron los CTC.
Equipo de protección personal (EPP): En los casos de brotes de cólera, debe proporcionarse el EPP adecuado y utilizarse si existe la posibilidad de entrar en contacto con algún tipo de fluido corporal. Esto incluye batas impermeables (o si no hay disponible: delantales impermeables), mascarillas, gafas de protección, botas y guantes. El uso del EPP tiene gran importancia para el personal que realiza la limpieza, se encarga de la gestión de residuos y utiliza o prepara las soluciones con alto contenido de cloro.
Higiene de alimentos: La higiene de los alimentos es esencial, y esto incluye la preparación adecuada (cocinar bien los alimentos crudos y a una temperatura >70 °C, lavar las verduras con jabón y agua segura, pelar las frutas y las verduras), comer los alimentos de inmediato mientras están calientes, calentarlos plenamente (solo una vez), almacenar los alimentos de manera segura y limpiar los utensilios de cocina (tablas para cortar, utensilios y platos) con jabón y agua segura. Deben lavarse todas las superficies que se utilizaron para preparar los alimentos y comer, los utensilios de cocina y los contenedores de alimentos con detergente y una solución de cloro al 0,2 %. Deben utilizarse diferentes utensilios para los alimentos crudos y los cocidos.
Lavado de ropa: Se debe lavar la ropa de protección, la ropa del paciente, las mantas, las batas y los uniformes del personal con una solución de cloro al 0,2 % durante 10 minutos. Después, deben lavarse con agua y detergente, y secarse al aire libre a la luz del sol, siempre que sea posible.
Preparación para entierros, y funerales dignos y seguros: Si una persona muere de cólera (o alguna condición que pueda ser cólera), el personal capacitado debe brindar asistencia para realizar un entierro digno y seguro. Las personas a cargo deben usar el EPP al desinfectar el cuerpo y cargarlo en bolsas para cadáveres o en telas empapadas con solución de cloro al 2 %. Las personas que asistan al funeral deben recibir información sobre los riesgos durante el entierro y, si es necesario, deberá analizarse la posibilidad de variar los rituales tradicionales. Debe evitarse el contacto físico directo. Si no se puede evitar, deberán utilizar el EPP y deberán lavarse las manos inmediatamente después del contacto. El sitio de entierro o el cementerio debe estar al menos a 50 m de distancia de las fuentes de agua y al menos a 1,5 m de profundidad. No debe servirse comida durante el funeral. En caso contrario, la comida debe estar caliente y el lavado de manos debe ser obligatorio.
Limpieza y desinfección: Se debe disponer de las soluciones con cloro apropiadas para cada uso en particular, ya que estas soluciones tienen distintos porcentajes de FRC: (1) 0,05 % para desinfectarse las manos cuando no hay disponible jabón ni ABHR. (2) 0,2 % para desinfectar las salas para pacientes con cólera, esto incluye letrinas y las unidades para bañarse (afectadas), el área de lavandería, la cocina y la morgue. Además, también deben tratarse las camas y camillas, el EPP, los contenedores de agua y sus cubiertas, los utensilios para la comida, los contenedores de alimentos y platos, y los vehículos que se utilizaron para transportar al paciente. (3) 2 % más en la desinfección por excrementos y vómito contaminados de un paciente con cólera y en el lavado de los cadáveres (o como alternativa, tratamiento con cal).
Las intervenciones para ayudar con los casos de cólera relacionados con IPC y WASH se pueden distinguir ampliamente entre los hogares, las instituciones y las instalaciones de los CTC o las CTU.
Hogares
En los hogares, el riesgo de contaminación es muy elevado, y los miembros de la familia con pacientes con cólera tienen un riesgo 100 veces mayor de contagiarse la enfermedad en comparación con otros miembros de la comunidad.
Instituciones
Centros y unidades de tratamiento del cólera
UNICEF (): Cholera Toolkit UNICEF, New York. USA
WHO et al. (): Cholera Central Reference Kit WHO, Geneva. Switzerland
WHO (): Cholera: Revised Cholera Kits and Calculation Tool WHO, Geneva. Switzerland
GTFCC (2020): Cholera Outbreak Response Field Manual Global Task Force on Cholera Control
GTFCC (2017): Ending Cholera. A Global Roadmap to 2030 Global Task Force on Cholera Control
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