Hervir el agua es el método más antiguo y usado para desinfectar pequeñas cantidades de agua en el hogar en todo el mundo. Hervir el agua inactiva todos los microorganismos, incluidos bacterias, protozoos y virus, pero no elimina la turbiedad o los contaminantes químicos del agua potable.

La inactivación de microorganismos ya ocurre por debajo del punto de ebullición estándar de 100 °C, dado que la mayoría de las bacterias, protozoos y virus se inactivan en menos de un minuto cuando la temperatura excede los 70 °C. Sin embargo, para garantizar el cumplimiento por parte del usuario es mejor recomendar calentar el agua hasta que hierva, ya que las burbujas son una buena indicación visual de una desinfección adecuada. Para evitar la recontaminación, el agua se debería almacenar en un contenedor limpio y cubierto (véase H.1 ) después de hervida. A pesar de su eficacia y sencillez, el hervor tiene la desventaja de que requiere energía suficiente y asequible, y que es una actividad laboriosa.

Consideraciones de diseño

Por lo general se usan las ollas y las cocinas disponibles. Los espacios cerrados para cocinar con fuego deben estar bien ventilados. El agua con altas concentraciones de hierro y calcio forman una capa blanca en el fondo del contenedor. El contenedor debe lavarse bien después de cada uso o limpiarse con vinagre o jugo de lima frecuentemente para eliminar los depósitos calcáreos. Para evitar la contaminación, cualquier tratamiento al agua turbia debería hacerse antes de hervirla. El hervor requiere combustible a disposición. Se debería considerar la viabilidad de usar fuentes de combustible alternativas además de estufas avanzadas que consuman menos combustible en comparación con los métodos tradicionales.

Materiales

Para el hervor se necesita una olla, una cocina y una fuente de calor confiable. Si no hay electricidad o combustibles fósiles disponibles, se pueden usar métodos de generación de calor rudimentarios (p. ej., leña, carbón) o no convencionales (p. ej., biogás).

Aplicabilidad

El hervor es simple, bien conocido y aceptado en los hogares. Si hay combustible disponible y accesible durante la fase de respuesta inmediata, puede ser rápido y simple recomendar a los usuarios hervir el agua antes de consumirla cuando su calidad se desconoce, está contaminada con microorganismos patógenos o cuando se espera que su calidad disminuya. No obstante, si el combustible es caro, poco accesible o si el entorno está gravemente afectado por la deforestación, deberían ofrecerse otros métodos de tratamiento de agua a largo y mediano plazo para reducir los gastos, proteger el medioambiente y ahorrar combustible limitado para cocinar.

Operación y mantenimiento

Si el combustible se debe recolectar o tratar primero, puede tomar mucho tiempo. En la cocina, el mantenimiento diario incluye revisar la estufa y las ollas. La frecuencia de reparación o reemplazo de la estufa depende del diseño, la calidad de los materiales y la fabricación, y la intensidad del uso. Las ollas rara vez se reparan, mientras que las ollas de barro deben reemplazarse a menudo. Por lo general, todas las comunidades cuentan con las habilidades necesarias para realizar la O&M.

Salud y seguridad

El hervor inactiva eficazmente los microorganismos patógenos de todo tipo, y actualmente es el método más exitoso para tratar el agua en el hogar. Sin embargo, existe la posibilidad de que el agua hervida se contamine durante y después de su enfriamiento. El agua debería manipularse con cuidado, y no debería entrar en contacto con ningún utensilio al transferirse a un contenedor limpio para su consumo. El hervor puede no ser adecuado para el agua contaminada con productos químicos, ya que la concentración de algunos de estos contaminantes, como nitratos y solventes, aumentará después de hervirla o se volatizarán hacia la zona de respiración. El agua hirviendo puede causar quemaduras. La exposición prolongada al humo de fuegos y estufas puede causar enfermedades respiratorias relacionadas.

Costos

Es posible que las ollas y las estufas ya estén disponibles en los hogares o que deban distribuirse para cocinar. Los costos de combustible varían dependiendo del tipo, disponibilidad y contexto local. Se ha observado un rango entre USD 3–20 anuales por persona en diferentes situaciones.

Consideraciones medioambientales y sociales

En muchos países, hervir el agua para beberla es una práctica cultural arraigada, por lo que la tasa de aceptación de este método es alta. Esto lo hace apropiado en cualquier fase de la emergencia cuando hay combustible a disposición. Como el agua hervida no tiene sabor, lo que puede influir en su aceptación, a menudo se consume en bebidas calientes, como té que oculta el cambio de sabor y aumenta su aceptación. El hervor se puede combinar con otras tecnologías, como hervir el agua para bebidas calientes, pero no con otro método de tratamiento para consumo directo. El sabor del agua puede mejorar si se deja enfriar (y así se evita la posible adición de hielo contaminado). En función del combustible usado, el hervor puede ser insostenible a nivel medioambiental y contribuir a las emisiones de gases de efecto invernadero, así como a otros problemas locales relacionados con la deforestación que afectan la salud y la seguridad. El hervor con leña no es recomendable, especialmente en zonas densamente pobladas, debido a la sobreexplotación de los recursos forestales y el daño medioambiental subsecuente.