La incidencia humanitaria de WASH es un proceso deliberado y estratégico que involucra un amplio conjunto de actividades planificadas y coordinadas para fortalecer y priorizar intervenciones de WASH salvavidas en una crisis humanitaria, mejorar condiciones locales y el acceso a servicios de WASH, garantizar que todos los actores cumplan las normas, códigos, derechos humanos y principios esenciales acordados internacionalmente y apoyar a la población afectada a reclamar sus derechos. Los pasos del proceso de incidencia suelen incluir: (1) la identificación y priorización de problemas o cuestiones, (2) la recolección de la información disponible y análisis contextual de riesgos y oportunidades, (3) el desarrollo de una estrategia de incidencia y comunicación (lo que incluye mensajes clave con objetivos claros y audiencias objetivo) y (4) la implementación de actividades de incidencia tales como monitoreo y ajustes continuos si es necesario. Las actividades de incidencia pueden abarcar desde campañas en medios de comunicación, movilización local, anuncios públicos, lobby y negociación con los encargados de generar políticas y tomar decisiones, desarrollo o apoyo de coaliciones y redes existentes mediante la publicación de investigaciones o documentos de políticas. Los representantes de la población afectada, las ONG locales o internacionales (en estrecha colaboración con la población afectada) o una combinación de ambos pueden llevar a cabo la incidencia de WASH. Puede tener lugar en diferentes niveles, desde el nivel local o regional al nacional, según la eficacia prevista. También puede involucrar compartir preocupaciones de incidencia a nivel internacional para reforzar mensajes brindados localmente. La incidencia puede abordar diversas cuestiones. Puede incluir los derechos, necesidades y preocupaciones de protección específicos de diferentes grupos vulnerables, levantando el perfil de potenciales temas tabú como Salud menstrual e higiene P.7, promoviendo tarifas para recuperar costos de infraestructura y mantenimiento, abogando por el mismo nivel de servicios de WASH en los asentamientos de refugiados/IDP y las comunidades receptoras, promoviendo el uso de sistemas de mercado existentes por parte de todos los involucrados en la respuesta P.8, informando a la población afectada sobre sus derechos y apoyarlos en sus reclamos de estos derechos, usando los denominados Diagramas de "Flujo de Heces" (una forma de visualizar cómo viajan los excrementos humanos por una ciudad, pueblo o campamento) para concientizar sobre las dificultades sanitarias actuales o promoviendo inversiones gubernamentales en la preparación, resiliencia y reducción de riesgos de desastres, entre otros. La incidencia también podría necesitarse para garantizar un financiamiento adecuado para HP y la participación comunitaria. Cada vez más, las poblaciones afectadas viven en áreas urbanas o son desplazadas a áreas urbanas y pueden estar representadas por funcionarios y estructuras del gobierno local. Es necesario que se consulte con el gobierno local sobre cómo abordar las preocupaciones y necesidades de la población afectada. Responder mediante estructuras y servicios del gobierno local fortalecerá la propiedad y la respuesta locales y contribuirá con la sustentabilidad. En contextos de desplazamiento, es muy probable que la higiene de una población receptora se vea afectada por la llegada de una población recién desplazada que usa los servicios locales de agua, salud, educación, saneamiento e higiene. El abordaje de las preocupaciones compartidas contribuirá con la sustentabilidad a más largo plazo de los servicios para las poblaciones receptoras y afectadas. Cuando las poblaciones desplazadas se instalan en campamentos con representación limitada o nula del gobierno local de la población afectada, formar un Comité de WASH T.55 puede ayudar a representar sus intereses. El comité debería ser lo más equilibrado posible en términos de género y representar a la población (lo que incluye a las personas de edad avanzada y jóvenes, en especial mujeres jóvenes y personas con discapacidades) e incluir a todos los grupos étnicos, geográficos y socioeconómicos. Si hay algún grupo no representado, se deben implementar mecanismos alternativos para garantizar que se escuchen sus puntos de vista. Deberían participar en las reuniones del Grupo Técnico de Trabajo de higiene o grupo de WASH, en intervenciones de higiene recién planificadas y en la respuesta, y en el Monitoreo M.2 y Evaluación M.3 de modo que sus preocupaciones y problemas puedan ser escuchados directamente por actores de WASH y puedan incluirse en la respuesta. Si es posible, cuando los donantes visiten a las poblaciones afectadas, los miembros del comité de WASH (y otros) deberían ser invitados para conocerlos directamente, actuando como conducto representativo entre la comunidad y los donantes.
Garantizar que todos los miembros del personal de WASH tengan un entendimiento del enfoque basado en derechos (lo que incluye sus propias obligaciones) y de los derechos y deberes de las comunidades afectadas y que sean conscientes del rol que tienen en la identificación y apoyo de intervenciones de incidencia.
Usar preguntas que puedan ayudar a identificar y priorizar problemas de incidencia tales como: ¿tiene el problema un impacto significativo sobre la población afectada o prioridades de respuesta? ¿Afecta el problema a una gran cantidad de personas o tiene un impacto particular sobre grupos más marginados? ¿En dónde encaja la organización en el panorama más amplio de actores y partes interesadas clave? ¿Quiénes son o podrían ser potenciales aliados y colaboradores?
Definir objetivos de incidencia de la manera más clara y específica posible. Las posibles preguntas a hacer incluyen: ¿qué cuestiones podrían requerir incidencia? ¿Cuáles son los mensajes clave? ¿Cuál es la finalidad de la intervención y qué acciones o cambios específicos se esperan?
Identificar los roles y responsabilidades de diferentes actores y seleccionar la audiencia objetivo adecuada con un enfoque personalizado apropiado para el actor que se busca influenciar. Por ejemplo, ¿a quiénes influenciará su estrategia: autoridades municipales, políticos, donantes o periodistas? ¿Qué cambio específico se requiere? ¿Qué aliados pueden apoyar el proceso?
Considerar diversos métodos como lobby, reuniones, negociación, demostraciones, medios de comunicación masivos, redes sociales y juegos educativos.
Tener claridad sobre los roles, responsabilidades y expectativas de detentores de obligaciones y titulares de derechos respecto del acceso equitativo a WASH para todos.
Garantizar que la incidencia no afecte negativamente al acceso a servicios de WASH o la protección de las personas afectadas (“no perjudicar”). Los mensajes de incidencia no deberían basarse en rumores o información no confirmada C.6. Es importante considerar que la incidencia podría tener consecuencias indirectas no intencionales (p. ej., los llamados a detener la violencia basada en el género que no estén formulados y contextualizados con cuidado podrían hacer que las familias mantengan a las niñas y adolescentes en casa).
Asegurarse de que todos los mensajes y productos de incidencia sean claros, coherentes y basados en la evidencia. Considerar cómo y en qué período se medirá el cambio y garantizar el seguimiento.
Influir en las personas que toman decisiones y que están involucradas en la respuesta humanitaria (WASH) para que financien, desarrollen, adapten o implementen políticas y prácticas relevantes relacionadas con WASH y que respondan a las preocupaciones, necesidades y prioridades de la comunidad.
Las intervenciones y estrategias de incidencia siempre deberían hacerse con los intereses y necesidades de la población afectada en mente. Por lo tanto, es importante involucrar a las personas afectadas en las decisiones de incidencia como cómo presentar cuestiones y qué mensajes de incidencia son apropiados.
Al presentar cuestiones de incidencia de WASH ante las autoridades locales como detentores de obligaciones, el rol y las contribuciones de los usuarios (titulares de derechos) de instalaciones y servicios de WASH son vitales, y las cuestiones deberían desarrollarse en conjunto. El enfoque de Volver Realidad los Derechos sirve como un ejemplo de un enfoque no confrontacional hacia la incidencia de WASH.
La incidencia de WASH suele basarse en prioridades programáticas y las preocupaciones de la población afectada. Los que trabajan en promoción de la higiene (HP) necesitan escuchar y registrar esas preocupaciones y, con su permiso, compartirlas con los equipos de programas más amplios para desarrollar intervenciones y estrategias apropiadas.
Se podrían identificar potenciales problemas de incidencia según las actividades de respuesta, experiencia del programa, investigación y evidencia existentes o presencia y observación.
Los esfuerzos de incidencia deben informarse mediante un enfoque basado en los derechos, y se debe tener cuidado de “no perjudicar” al identificar problemas y estrategias.
La colaboración y coordinación con otros actores humanitarios P.9 pueden incrementar la eficacia de las iniciativas de incidencia.
UNHCR (undated): Emergency Handbook. Advocacy in Emergencies
CARE (undated): Emergency Toolkit. Advocacy
Make Rights Real (undated): Putting the Human Rights to Water and Sanitation into Practice – At Local Level
Cerrar