Los contenedores de agua para el hogar son contenedores plásticos o metálicos livianos con tapa que pueden ser transportados por una sola persona. A menudo se usan para transportar agua manualmente desde el punto de recolección hasta el punto de uso (usualmente el hogar) (ver [F. 8]) y también pueden emplearse como contenedores de almacenamiento en la residencia. Su implementación es apta en todas las etapas de emergencia.
Existen contenedores de agua para el hogar de diferentes tamaños (generalmente de entre 10–20 l) y formas (usualmente redondos o rectangulares). Deberían tener tapa y estar equipados con una llave. Son una forma económica de distribuir agua desde los puestos de suministro de agua hasta los hogares. Los bidones son el tipo de contenedor de agua para el hogar más común, pero también hay otros contenedores que se usan para transportar y almacenar (como vasijas de barro, baldes, etc.). Los bidones no son ideales para transportar agua debido a que son difíciles de llenar y vaciar, además de que pueden generar lesiones en la espalda y hombros por sobreesfuerzo.
El transporte manual de agua en contenedores es una realidad para muchas familias en áreas rurales y urbanas que viven en zonas que no cuentan con conexiones domiciliarias y dependen de puestos de suministro de agua comunitarios para conseguir este recurso. Los puntos de suministro deberían estar ubicados a 500 m máximo de los hogares (en la etapa de respuesta inmediata), y con el tiempo ir reduciendo esta distancia. En una emergencia, los indicadores del Manual Esfera sugieren que cada familia debería tener acceso al menos a dos contenedores con una capacidad de 10–20 l, uno para transportar y el otro para almacenar el agua. Se prefiere el uso de contenedores plásticos debido a su menor costo, forma flexible, solidez y peso. Los contenedores para el hogar usados para transportar agua pueden llevarse de distintas maneras dependiendo de la situación (p. ej., sobre la cabeza, al costado del cuerpo, en bicicleta, en burros o en carretas).
Los contenedores para el hogar también se usan para almacenar el agua. La cantidad de almacenamiento de agua para el hogar requerida puede variar en función de la confiabilidad del suministro de agua y el número de personas por hogar. Como guía, 4 litros de almacenamiento por persona podrían ser suficientes donde el suministro de agua es confiable. Es esencial que el método de almacenamiento no represente un riesgo de recontaminación. Para esto, los bidones tienen la ventaja de una abertura estrecha que reduce la posibilidad de recontaminación al forzar al agua a salir del contenedor en lugar de permitir meter un vaso dentro (véase H.1 ). En emergencias donde se deba añadir cloro al agua (véase T.6 ), cualquier recontaminación que ocurra durante el transporte o almacenamiento debería ser eliminada por el cloro residual en el agua. También se ha observado que en una situación de emergencia, el tipo de contenedor impacta en la calidad del agua; los contenedores opacos (en lugar de transparentes) preservan el cloro residual por más tiempo y los contenedores oscuros reducen el crecimiento de algas.
Por lo general, los contenedores usados en una emergencia están hechos de plástico polietileno (PE) o polipropileno (PP), que son altamente duraderos y resistentes a impactos. Estos contenedores son livianos, aunque su gran volumen significa que el transporte de grandes cantidades de agua para su distribución en una emergencia requerirá menos esfuerzo. Existen contenedores plásticos plegables que requieren menos espacio para el transporte, pero tienen vidas útiles reducidas.
Los contenedores de agua para el hogar pueden emplearse en todas las etapas de emergencia. Si se reestablecen las conexiones domiciliarias, los contenedores usados para transportar agua pueden no ser necesarios luego de la etapa de recuperación. Los contenedores usados para almacenar agua en el hogar también pueden mejorarse durante la recuperación y etapas posteriores (p. ej., fabricar jarras de agua con mayores capacidades). El modificar el tamaño de los contenedores, como a 10 o 20 l, simplifica enseñarles a los usuarios a aplicar la cantidad adecuada de cloro en el punto de uso (véase A.6 ) al proporcionar pastillas de cloro estándar ideales para dichos volúmenes.
En una emergencia, por lo general, el suministro de agua debería contener cloro residual para reducir cualquier posibilidad de recontaminación del agua y formación de una biopelícula. Puede que sea necesario limpiar ocasionalmente, y se recomienda lavar todos los contenedores especialmente cuando haya un brote de diarrea para asegurarse de que no sean la causa de la recontaminación. Eliminar las biopelículas en los bidones puede ser difícil debido a su estrecha abertura, pero puede hacerse usando un agente abrasivo (p. ej., arena o piedras pequeñas que se agitan dentro del bidón) seguido de cloración. Otra alternativa es emplear la cloración de choque (p. ej. 50 mg/l), que puede eliminar la mayor parte de una biopelícula al añadir un producto que contiene cloro (como hipoclorito de sodio) en el agua. Para completar el proceso de limpieza, es importante deshacerse del cloro presente en el contenedor antes de ocuparlo. Limpiar los contenedores tipo balde de agua para el hogar con tapa es más fácil.
Es importante destinar contenedores distintos para tareas diferentes para así prevenir la contaminación cruzada, especialmente cuando el mismo tipo de contenedor se usa tanto para transportar como almacenar agua (ya que pueden mezclarse). Esto no es un problema cuando hay solo una fuente de agua tratada, pero en lugares donde también se usan fuentes de agua contaminada (p. ej., cuando el agua para lavar ropa se obtiene de una fuente diferente a la de agua potable tratada) es fundamental diferenciar los contenedores, etiquetándolos con un símbolo específico para cada fuente, por ejemplo. Los contenedores para el hogar deberían mantenerse cerrados con tapa durante el transporte de agua para prevenir la (re)contaminación (véase [H.]) y se los debería enjuagar minuciosamente antes de llenarlos. Estas recomendaciones deberían ser reforzadas mediante el fomento de la higiene (véase X.16). Transportar agua también puede representar un peligro físico, especialmente donde los caminos son inclinados o resbalosos. También puede causar lesiones musculoesqueléticas si los contenedores son muy pesados o su diseño no es adecuado para el usuario. Tener poleas (de dos pasos) cerca del punto de recolección puede facilitar el proceso de levantar los contenedores para el hogar cuando son transportados sobre la cabeza (véase X.15). También hay riesgos para la protección de las mujeres donde la fuente es remota y poco segura.
Por lo general, los baldes, bidones y otros tipos de contenedores para el hogar son de bajo costo, pero a menudo son suministrados por transporte aéreo en respuestas inmediatas, lo que aumenta este costo. En una emergencia, deberán ser reemplazados de acuerdo con el porcentaje de rotura (tal vez 5 % al año), por lo que habrá un pequeño costo recurrente. Los contenedores también tienen un costo no financiero, ya que el transporte de agua a menudo es hecho por las mujeres y es un trabajo con posibles riesgos físicos, además de impactos económicos y educacionales debido a que se destina menos tiempo a tareas productivas (véase S.8 ).
En una situación de emergencia, los contenedores para el hogar usualmente se reparten como parte de distribuciones de productos no alimentarios (NFI, por sus siglas en inglés). Se debería preguntar a los usuarios acerca del tipo de contenedor que prefieren cuando sea posible, especialmente cuando se distribuyen por segunda vez y ha habido suficiente tiempo para consultarles. Por ejemplo, las personas que prefieren llevar el agua al costado tendrán más dificultades para transportar un bidón redondo que uno rectangular. O algunas comunidades también tienen métodos innovadores para transportar bidones que puede hacer que los otros tipos de contenedores sean inadecuados, como aparatos que permiten rodar los bidones redondos, pero que no funcionarían con bidones rectangulares. Debería incentivarse el uso de contenedores de agua de calidad con una larga vida útil para evitar generar el desperdicio innecesario. Deberían tomarse precauciones para garantizar la eliminación de contenedores de forma amigable con el medioambiente una vez que ya no sean útiles.
Nivel de aplicación / Escala
Hogar | + + |
Nivel de aplicación / Escala
Hogar | + + |
Complejidad
Bajo |
Disponibilidad local
High |
Nivel de madurez
High |
Fase de emergencia
Respuesta aguda | + + |
Estabilización | + + |
Recuperación | + + |
Close