La cloración en los puntos de suministro comunitarios, escuelas, centros de atención médica y tanques de agua comprende la instalación de un dispositivo que funciona con presión de agua en el punto de suministro. El dispositivo añade cloro en el agua recolectada continuamente disolviendo cloro sólido o administrando una dosis de cloro líquido. La desinfección ocurre durante el transporte del agua hasta el hogar y el almacenamiento en el contenedor. Durante brotes epidémicos, la dosis de cloro se puede administrar manualmente (cloración en contenedor).

Esta tecnología es compatible con sistemas que suministran agua intermitentemente, como sistemas de agua entubada operados irregularmente o pozos profundos con bombeo manual o mecánico. El cloro se añade al agua en concentraciones de 2 mg/l de cloro libre aproximadamente, lo que se puede modificar en función de la demanda de cloro. El cloro desinfecta el agua durante su transporte y tiempo de almacenamiento en bidones y protege el agua de la recontaminación. Cuando hay brotes epidémicos y no hay dispositivos para aplicar cloración continua disponibles, el cloro se puede administrar manualmente. En este caso, una persona administra la dosis de cloro líquido requerida en cada contenedor de agua recolectada en el punto de suministro.

Consideraciones de diseño

Actualmente hay dos tipos de dispositivos disponibles para administrar el cloro de forma automática. El primero es fácil de instalar y consiste en una carcasa plástica con unas pocas pastillas sólidas de cloro en su compartimento. Cuando fluye agua por el compartimento con la presión disponible, entra a través de aberturas para disolver el cloro. El tamaño de la abertura puede ajustarse mecánicamente para influenciar el tiempo de contacto y la concentración de cloro. Una vez que se interrumpe el caudal de agua, el dispositivo se drena y el cloro deja de administrarse. El volumen de agua que se puede tratar con una pastilla depende del fabricante, el dispositivo específico y la concentración de la pastilla. Las pastillas más comunes disponibles comercialmente pueden tratar entre 1.500–2.500 l de agua. El caudal es alrededor de 10–30 l/min. El segundo tipo de dispositivo administra cloro líquido usando un principio básico de mecánica de fluidos: el principio de efecto Venturi. Cuando el agua que fluye a una presión definida se topa con un tubo delgado, la presión cae y en este punto la presión más baja succiona el cloro líquido hacia el agua. Este dispositivo debe ser rellenado con cloro líquido regularmente. La instalación del dispositivo debería ser llevada a cabo por un profesional capacitado. La administración manual de cloro, también conocida como cloración en contenedor, puede hacerse con una jeringa o un tapón dosificador pequeño añadiendo una cantidad exacta de cloro líquido directamente en un bidón. Los dispensadores de cloro administran un volumen determinado de cloro líquido en los bidones o baldes al abrir un grifo o presionar un botón.

Materiales

Hay pocos dispositivos disponibles comercialmente. En la mayoría de los casos, los dispositivos deben ser importados, aunque son compactos y su instalación suele ser simple y rápida. Debe asegurarse el suministro local y constante de cloro en el formato requerido por el dispositivo. Mientras que el cloro líquido puede estar disponible localmente, las pastillas sólidas de cloro usualmente deben ser importadas. Un personal capacitado debe realizar la cloración en balde.

Aplicabilidad

La tecnología usa puntos de suministro de agua existentes, como pozos profundos o tomas de agua. Es apropiada para sistemas operados intermitentemente. La cloración en el punto de suministro es adecuada cuando el agua viene contaminada del grifo o se espera que ocurra contaminación en el futuro. Es ideal en cualquier fase de la emergencia cuando la calidad debe ser mejorada en el punto de suministro, en el hogar y pozos, o donde hay una red de distribución. Puede ser más fácil manipular que distribuir cloro líquido a hogares, pero requiere un suministro continuo de cloro en el formato requerido por el dispositivo. La cloración en contenedor es usada mayoritariamente durante epidemias o como medida preventiva cuando hay un alto riesgo de un brote epidémico. Usualmente, esto se hace solo durante periodos determinados, ya que requiere mucho tiempo y recursos. En el largo plazo, la cloración en contenedor debería reemplazarse por soluciones automatizadas, ya sea en el punto de suministro o en la fuente.

Operación y mantenimiento

Una vez instalados, los dispositivos de cloración en el punto de suministro son automáticos, y los usuarios no tienen que dedicar mayor esfuerzo en el lugar. La cloración en contenedor en el punto de suministro requiere que el usuario administre el cloro. La concentración de cloro debe ajustarse inicialmente y monitorearse a lo largo del tiempo. La calidad del agua fluctuante debe ser monitoreada y ajustada frecuentemente. El cloro líquido y sólido debe ser reabastecido regularmente. La eficacia del cloro puede disminuir con el tiempo y si se almacena de forma inadecuada, y siempre debe mantenerse alejado de la luz solar directa, humedad excesiva y temperaturas altas o cambiantes. Los productos abiertos deben usarse rápidamente, y se debe respetar la información provista por el fabricante acerca de su caducidad. Si el cloro líquido se produce a nivel local T.7 , el personal debería estar bien capacitado. Estos sistemas no se pueden usar con agua turbia (>5 NTU), por lo que es fundamental aplicar un pretratamiento.

Salud y seguridad

La cloración en concentraciones usadas generalmente para el tratamiento de agua potable es muy eficaz contra bacterias, menos eficaz contra virus e ineficaz contra algunos protozoos. La turbiedad es un problema, ya que las partículas en el agua pueden proteger a los microorganismos de la desinfección. El alto contenido de materia orgánica en el agua lleva a la formación de DBP, que deberían minimizarse debido a los posibles riesgos de salud asociados con su exposición prolongada. Sin embargo, estos posibles riesgos a largo plazo son bajos en comparación con los graves riesgos confirmados asociados con la desinfección inadecuada, por lo tanto, la desinfección no debería pasarse por alto en un intento de controlar los DBP en la fase de respuesta inmediata. Los productos de cloro deben manejarse cuidadosamente y almacenarse fuera del alcance de los niños, ya que pueden irritar la piel, los ojos y el sistema respiratorio. El suministro continuado de productos y la capacitación extensa para asegurar el uso correcto son fundamentales. Se deben consultar las fichas de datos de seguridad de los productos que contienen cloro para conocer los requisitos de seguridad y protección.

Costos

El costo del reabastecimiento de cloro sólido en un punto de suministro comunitario es alrededor de USD 50 para 100.000 l de agua aproximadamente. A eso se le deben añadir los costos de instalación, tomando en cuenta que los dispositivos donde el agua fluye a través de pastillas cuestan alrededor de entre USD 20 y USD 40 y los sistemas basados en el efecto Venturi con cloro líquido cuestan alrededor de USD 200. Si se usa cloración en contenedor, se deben considerar el tiempo y los salarios de los trabajadores.

Consideraciones medioambientales y sociales

Algunos usuarios se pueden mostrar reacios a tratar el agua con cloro debido a su impacto en el sabor y el olor. La actitud escéptica de los usuarios en cuanto a la eficacia podría ser respaldada por el aspecto inalterado del agua.