El Ciclo del Programa Humanitario (HPC, por sus siglas en inglés) consiste en los siguientes cinco elementos: (1) análisis y evaluación de las necesidades; (2) planificación de una respuesta estratégica; (3) movilización de recursos; (4) implementación y supervisión; y (5) evaluación y revisión operacionales. La implementación exitosa de las intervenciones humanitarias depende de la coordinación y combinación de todos estos elementos, junto con una buena gestión de la información y actividades de prevención y preparación. Esto debería ayudar a mitigar en tiempo real los impactos negativos relacionados con la falta de acceso a los suministros de agua segura y a evitar agravar el problema. Más importante aún, las personas deben ser el centro de este ciclo para garantizar que se aborden los principios de protección, que son los siguientes:
Para garantizar que todas las personas afectadas puedan acceder al agua segura de manera equitativa, debemos consultar a las comunidades e involucrarlas de manera activa en todas las fases del HPC. Las comunidades deben tener la oportunidad y el espacio operativo para brindar comentarios, los cuales se deben escuchar y se debe actuar en consecuencia para garantizar que las intervenciones sean apropiadas y permitan una prestación de servicios sostenida. Esto es lo que se conoce como la Participación Comunitaria y Rendición de Cuentas a la Comunidad (CEA, por sus siglas en inglés). Los objetivos principales de la CEA son los siguientes:
(): Participación y responsabilidad de la comunidad
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