Compartir conocimientos fuera de su organización es una responsabilidad importante para las organizaciones humanitarias. Compartir fomenta el aprendizaje continuo a partir de la experiencia en el sector, fomenta la búsqueda de evidencia y promueve la adopción del aprendizaje por parte de las partes interesadas clave de WASH. La gestión del conocimiento promueve una cultura de innovación y reduce la repetición de errores en el sector. Por ejemplo, el Grupo Técnico de Trabajo sobre Promoción de la Higiene del Grupo Temático Mundial de WASH (GWC, por sus siglas en inglés) tiene como objetivo ayudar al GWC a compartir herramientas y buenas prácticas a través de canales existentes y nuevas plataformas. También existen varios enfoques para mejorar la difusión oportuna y a gran escala del conocimiento a nivel mundial, que incluyen: comunidades de prácticas (p. ej., en HP, WASH y Nutrición), intercambio de conocimientos y plataformas de apoyo como la Alianza de Saneamiento Sostenible (Sustainable Sanitation Alliance), el Portal de Conocimiento de WASH de Emergencia (Emergency WASH Knowledge Portal), el Centro de Higiene para COVID-19 (COVID-19 Hygiene Hub), el Asistente de la Misión de Watsan de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja o el Centro de Recursos de GWC y su Centro de Conocimiento WASH planificado.

A nivel operativo, la creación de grupos de trabajo técnico es una oportunidad para garantizar que las lecciones aprendidas de las respuestas anteriores y el Monitoreo M.2 continuo de la respuesta actual lleven al intercambio de conocimientos en tiempo real para mejorar la calidad del programa. El liderazgo de dicho grupo es fundamental para su éxito y depende de la movilización de recursos adecuados (en algunos casos, un coordinador dedicado puede ser financiado externamente) y la voluntad de las organizaciones expertas de involucrar a su personal en los mecanismos de coordinación P.9. El liderazgo es esencial, pero también es importante la participación activa e incluyente de las organizaciones involucradas en HP. Garantizar la accesibilidad a tales reuniones y grupos es un requisito obligatorio; por lo tanto, se deben utilizar canales y tecnologías de comunicación accesibles y apropiados.

Independientemente de si los productos son orales o escritos, el idioma y el formato son factores importantes para promover su asimilación. La promoción de la higiene que aliente y promueva la participación de las comunidades locales y las partes interesadas debe adaptarse a las necesidades culturales y garantizar que el aprendizaje sea accesible para las comunidades afectadas (aunque, lamentablemente, todavía no es una práctica común traducir todos los documentos a los idiomas locales). Es fundamental encontrar los canales y las redes de comunicación adecuadas para la transmisión y transferencia de conocimientos. No existe un depósito común donde el conocimiento humanitario pueda intercambiarse y compartirse a nivel local, nacional o internacional. Por lo tanto, es importante (según el conocimiento que se compartirá) identificar con anticipación quién estará interesado en la información y cómo accederán a ella y la integrarán en su programa. Difundir el aprendizaje requiere tiempo y recursos dedicados.

Compartir sistemáticamente las lecciones aprendidas a partir de los sistemas de monitoreo de proyectos, los mecanismos de comentarios y evaluaciones dentro y fuera de la organización estimula una cultura de intercambio. Esto puede tomar la forma de talleres que involucren a las partes interesadas locales, organizaciones centradas en la comunidad y actores humanitarios nacionales e internacionales. Las redes sociales T.44 también pueden ser una herramienta poderosa para diseminar hallazgos, testimonios y demostraciones clave. Los estudios de casos, las hojas informativas y los resúmenes siguen siendo las mejores herramientas para compartir conocimientos entre los profesionales humanitarios.

Para que el sector se beneficie plenamente del conocimiento adquirido a través de intervenciones anteriores, se necesita un cambio total de mentalidad entre los profesionales de HP. Desde el principio, los diseñadores de programas de HP deben identificar y aplicar las lecciones aprendidas de intervenciones anteriores a las respuestas actuales. También deben asignar el tiempo y los recursos necesarios para capturar y generar nuevos conocimientos sistemáticamente a lo largo de su proyecto, permitiendo que otras personas, organizaciones y, en última instancia, el sector se beneficien de su experiencia.